Todas las frases de Gabriel García Márquez
- La trovi in Amor
“Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo.”
- La trovi in Tolerancia y Racismo
“Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.”
- La trovi in Razón y Sentimiento
- La trovi in Amor
“La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.”
- La trovi in Amor
“Sólo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser.”
- La trovi in Amor
“Si quieres ser amado, ama tú.”
- La trovi in Amor
- Del libro: Cien años de soledad
- Del libro: Cien años de soledad
- La trovi in Amor
- La trovi in Tristeza
“No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.”
- La trovi in Niños
“Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.”
- La trovi in Otros vicios
“Hay que ser infiel, pero nunca desleal.”
- Del libro: Cien años de soledad
“Había tenido que violar todos sus pactos con la muerte y revolcarse como un cerdo en el muladar de la gloria, para descubrir con casi cuarenta años de retraso los privilegios de la simplicidad.”
- Del libro: Cien años de soledad
- Del libro: Cien años de soledad
- La trovi in Sueño y Realidad
- Del libro: Vivir para Contarla
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.”
- La trovi in Amor
- Del libro: Vivir para Contarla
- La trovi in Felicidad e Infelicidad
“No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.”
- Del libro: Relato de un náufrago
“La sensibilidad desaparece y la razón comienza a embotarse hasta cuando se pierde la noción del tiempo y del espacio.”
- Del libro: Relato de un náufrago
“Pensé que me estaba muriendo. Y esa idea me llenó de una extraña y oscura esperanza.”
- La trovi in Dolor Psicológico
“La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.”
- Del libro: Relato de un náufrago
- Del libro: Cien años de soledad
“De todos modos no entendía cómo se llegaba al extremo de hacer una guerra por cosas que no podían tocarse con las manos.”
- Del libro: Vivir para Contarla
- Del libro: Cien años de soledad
- Del libro: Cien años de soledad
“El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.”
- Del libro: Cien años de soledad
“Entonces empezó el viento, tibio, incipiente, lleno de voces del pasado, de murmullos de geranios antiguos, de suspiros de desengaños anteriores a las nostalgias más tenaces.”
- Del libro: Cien años de soledad
“Tan pronto como José Arcadio cerró la puerta del dormitorio, el estampido de un pistoletazo retumbó en la casa. Un hilo de sangre salió por debajo de la puerta, atravesó la sala, salió a la calle, siguió en un curso directo por los andenes desparejos, descendió escalinatas y subió pretiles, pasó de largo por la Calle de los Turcos, dobló una...” (continúa)(seguir leyendo)
- Del libro: Cien años de soledad
“El mundo habrá acabado de joderse —dijo entonces— el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura en el vagón de carga.”
- La trovi in Escritores y Lectores
- Del libro: Cien años de soledad
“Pero la india les explicó que lo más temible de la enfermedad del insomnio no era la imposibilidad de dormir, pues el cuerpo no sentía cansancio alguno, sino su inexorable evolución hacia una manifestación más crítica: el olvido.”
- Del libro: Cien años de soledad
- La trovi in Pasado Presente y Futuro
“El afán de querer olvidarte es mi mayor ímpetu para recordarte.”
- Del libro: Vivir para Contarla
- La trovi in Enseñanzas
“Lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no.”
- La trovi in Existencia
“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.”
- Del libro: Relato de un náufrago
“Para sentirme menos solo me puse a mirar el cuadrante de mi reloj. Eran las siete menos diez. Mucho tiempo después, como a las dos, a las tres horas, eran las siete menos cinco. Cuando el minutero llegó al número doce eran las siete en punto y el cielo estaba apretado de estrellas. Pero a mí me parecía que había transcurrido tanto tiempo que ya...” (continúa)(seguir leyendo)
- Del libro: Cien años de soledad
- Del libro: Cien años de soledad
- Del libro: Vivir para Contarla
“Era mi clima ideal. Desde el colegio San José tenía tan arraigado el vicio de leer todo lo que me cayera en las manos, que en eso ocupaba el tiempo libre y casi todo el de las clases. A mis dieciséis años, y con buena ortografía o sin ella, podía repetir sin tomar aliento los poemas que había aprendido en el colegio San José.”
- Del libro: Vivir para Contarla
“Me costó mucho aprender a leer. No me parecía lógico que la letra m se llamara eme, y sin embargo con la vocal siguiente no se dijera emea sino ma. Me era imposible leer así.”
- Del libro: Vivir para Contarla
“Es difícil imaginar hasta qué punto se vivía entonces a la sombra de la poesía. Era una pasión frenética, otro modo de ser, una bola de candela que andaba de su cuenta por todas partes. Abríamos el periódico, aun en la sección económica o en la página judicial, o leíamos el asiento del café en el fondo de la taza, y allí estaba esperándonos la...” (continúa)(seguir leyendo)
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