Las mejores frases de Gabriel García Márquez
“Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.”
Gabriel García Márquez
“Recordar es fácil para el que tiene memoria, olvidarse el difícil para quien tiene corazón.”
Gabriel García Márquez
“Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.”
Gabriel García Márquez
“La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada.”
Gabriel García Márquez
“Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.”
Gabriel García Márquez
Del libro: Cien años de soledad
“En cualquier lugar en que estuvieran recordaran siempre que el pasado era mentira, que la memoria no tenía caminos de regreso, que toda primavera antigua era irrecuperable, y que el amor más desatinado y tenaz era de todos modos una verdad efímera.”
Gabriel García Márquez
“Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien las merezca, no te hará llorar.”
Gabriel García Márquez
Del libro: Vivir para Contarla
“Desde muy niño tuve que interrumpir mi educación para ir a la escuela.”
Gabriel García Márquez
“No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad.”
Gabriel García Márquez
“La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.”
Gabriel García Márquez
Del libro: Noticia de un secuestro
“Pero el poder —como el amor— es de doble filo: se ejerce y se padece.”
Gabriel García Márquez
“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.”
Gabriel García Márquez
Del libro: La mala hora
“El tiempo pasa sin hacer ruido.”
Gabriel García Márquez
Del libro: Cien años de soledad
“Taciturno, silencioso, insensible al nuevo soplo de vitalidad que estremecía la casa, el coronel Aureliano Buendía apenas si comprendió que el secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.”
Gabriel García Márquez
“Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez.”
Gabriel García Márquez