Frases Célebres “angustias” 

“Es la empatía con el sufrimiento ajeno lo que más estimula las heridas y saca de dentro un abanico de angustias reales o imaginarias.”
Ana Merino

“La apetencia de cosas nuevas guía al hombre a extremas angustias.”
San Agustín

“La ansiedad no agota las angustias del mañana, solo agota la fuerza del hoy.”
Bernardo Stamateas

“El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de las angustias.”
Rey Salomón

“La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad.”
Sir Francis Bacon

“Si todo el mundo llevara escritas en la frente sus angustias, muchos que nos causan envidia nos darían lástima.”
Pietro Metastasio

“Viva el instante y deje que las cosas se vayan dando. Sólo el ahora y el aquí deben tener validez, porque cuando pensamos en el futuro nos llenamos de miedos y angustias.”
Norys Uribe Santana

“El que no comió nunca su pan mojado en sus propias lágrimas, ni permaneció sentado en su lecho una noche llena de angustias, no puede conoceros, potencias Celestiales.”
Goethe

“Del día de trabajo proceden los verdaderos goces; de las grandes angustias que dan valor a la vida, y aun pareciendo agitarlas, dan fuerza a sus profundas raíces.”
Hans Carossa

“Un amigo es como el mar, siempre te espera y siempre se rinde a tus pies cuando llegas, te abraza con sus olas y limpia tu corazón de angustias.”
conyflores

“Todas las perplejidades, confusiones, y angustias en Estados Unidos surgen, no de los defectos en su Constitución o Confederación, no por la falta de honor y virtud, tanto como por la franca ignorancia de la naturaleza de la moneda, el crédito, y la circulación.”
John Adams

“El amor se arma de paz contra el poder, contra la razón, contra el honor, y dulcifica, en medio de las penosas angustias que causa, la amargura de todas las violencias, de todos los golpes, de todos los temores.”
William Shakespeare

“No hablo al Presidente de la República, a quien no conozco, ni al político, del que desconfío; hablo al mexicano, al hombre de sentimiento y de razón, a quien creo imposible no conmuevan alguna vez (aunque sea un instante) las angustias de las madres, los sufrimientos de los huérfanos, las inquietudes y las congojas de la patria.”
Emiliano Zapata

“Todos los días perdemos una docena de genios en el anonimato. Y se van. Y nadie sabe de ellos, de su historia, de su peripecia, de lo que han hecho, de sus angustias, de sus alegrías. Pero al menos una docena de genios se van todos los días sin que sepamos de ellos.”
Juan Antonio Cebrián

“¿Quién podría soportar los latigazos y burlas de la vida, las injusticias del opresor, las contumelias de un hombre orgulloso, las angustias de un amor desdeñado, las dilaciones de la ley, las insolencias de la servidumbre y los desprecios que un hombre de mérito recibe de gentes indignas, cuando todo podría concluirse con un simple estilete?”
William Shakespeare

“Puedo tener mis momentos de tristeza, mis confusiones mentales, pero por encima de mí está el gran Yo, que lo comprende todo y se ríe de mis angustias. Lloro por lo efímero y por la eternidad, por saber que las palabras son más pobres que la música, y por eso nunca voy a ser capaz de describir este momento.”
Paulo Coelho

“El empobrecimiento en la parte baja y media de la población ha supuesto para la gente multitud de motivos de angustia: ¿acabarán perdiendo su vivienda? ¿Serán capaces de ofrecer a sus hijos una educación que les permita triunfar en la vida? ¿De qué vivirán los padres cuando se jubilen? Cuanta más energía se dedica a esas angustias, menos...” (continúa)(seguir leyendo)
Joseph Eugene Stiglitz

“No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana. Pero también es verdad que hemos hecho poco para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias, particularmente cuando la vida que crece en ellas ha...” (continúa)(seguir leyendo)
Papa Francisco

“Sea tu nombre, Señor, para siempre bendito, que quisiste que viniese sobre mí esta tentación y tribulación. Yo no puedo huirla; sino que necesito acudir a Ti, para que me ayudes, y me la conviertas en provecho. Señor; ahora estoy atribulado, y no le va bien a mi corazón; sino que me atormenta mucho esta pasión. Y ¿qué diré ahora, Padre amado?...” (continúa)(seguir leyendo)
Tomás de Kempis