Frase de José A. Pallavicini
“Nuestro cuerpo es el templo que alberga y da posada al alma que Dios ha depositado en nuestro interior, por tanto debemos ser buenos anfitriones y cuidar nuestro cuerpo, para que el alma siempre encuentre abrigo y nunca se encuentre en la necesidad de abandonarlo y buscar posada en otro sitio. El odio, la envidia, la codicia destruyen las paredes de nuestro templo, dejándolo sin techo y arruinando los cimientos que la bondad, el amor y la fraternidad han construido.”
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“Es en nosotros un deber de humanidad tener a disposición de todos los bienes que Dios quiso fuesen comunes, ya que a todos los hombres entregó la tierra para que se sustentaran con sus frutos y sólo la rabiosa codicia pudo acotar y acaparar para sí ese patrimonio divino, apropiándose los alimentos y las riquezas dispuestas para todos los humanos.”
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