“Antes, cuando sentía el amor, hubiera estrechado en un abrazo el pecho, los párpados, las manos, los pies, el rostro y el cuerpo todo de mi amada, ¡como si con mi amor pudiera amar sin límites! Y cuando el odio me embargaba, hubiera hundido mi espada en mi enemigo, arrebatándole de la primera estocada la vida, ¡como si con mi odio pudiera odiar absolutamente! Pero ahora soy más prudente y conozco como una pasión busca el apoyo de la pasión contraria.”
Robert Browning