Todas las frases de Alain de Botton
- Del libro: Del amor
“En nuestra cultura existe un consenso abrumador respecto de que la principal dificultad en las relaciones radica en encontrar a la persona perfecta, y no en cómo amar a un ser humano real, es decir, a una persona inevitablemente imperfecta.”
“Si leemos la obra maestra escrita por un hombre de auténtico genio, nos deleita encontrar en ella reflexiones que nosotros mismos hemos llevado a cabo y que habíamos despreciado, gozos y zozobras que habíamos reprimido, todo un mundo de sentimientos que habíamos vilipendiado y cuyo valor nos enseña de pronto el libro en que los hemos descubierto.”
“Nada que no asuma un riesgo calculado con la fealdad puede ser bello.”
- Del libro: Del amor
- Del libro: Del amor
- Del libro: Del amor
“La única libertad que merece tal nombre es la de perseguir nuestro propio bien y a nuestro aire, siempre que no intentemos privar a los demás del suyo ni obstaculizar sus esfuerzos por obtenerlo.”
- Del libro: Del amor
- Del libro: Del amor
“Los amantes pueden matar su propia historia de amor solo porque son incapaces de tolerar la incertidumbre, el puro y simple riesgo suscitado por su experimento con la felicidad.”
- Del libro: Del amor
“Sólo podemos enamorarnos cuando no sabemos de quién nos hemos enamorado.”
- Del libro: Del amor
- Del libro: Del amor
- Del libro: Del amor
“El sexo a veces puede ser algo demasiado privado como para compartirlo con alguien a quien conocemos bien y vemos constantemente.”
“Lo que necesitamos no es una persona nueva, sino una nueva manera de percibir a la persona con la que estamos.”
“En realidad, mientras lee, todo lector es el lector de su propio yo. La obra del escritor no pasa de ser un mero instrumento óptico que ofrece al lector para darle la posibilidad de discernir aquello que, sin su libro, tal vez nunca habría experimentado en sí mismo. Y que el lector reconozca en su propio yo aquello que dice el libro es la prueba...” (continúa)(seguir leyendo)
“La verdad es que a medida que envejecemos matamos a quienes nos aman a fuerza de preocupaciones, a fuerza de esa ansiosa ternura que inspiramos en ellos y que de continuo despertamos.”
En realce