Todas las frases de Alice Munro
- Del libro: Demasiada felicidad
“El Mundo me considera un Monstruo y no tengo nada en contra de eso, aunque de paso podría decir que a los que sueltan bombas o queman ciudades o matan de hambre o asesinan a cientos de miles de personas normalmente no se los considera Monstruos sino que les llueven medallas y honores, pues solo los actos contra pocas personas se consideran malos...” (continúa)(seguir leyendo)
- Del libro: Mi vida querida
“La cuestión es ser feliz. A toda costa. Inténtalo. Se puede. Y luego cada vez resulta más fácil. No tiene nada que ver con las circunstancias. No te imaginas hasta qué punto funciona. Se aceptan las cosas y la tragedia desaparece. O pesa menos, en cualquier caso, y de pronto descubres que estás en paz con el mundo.”
- Del libro: Mi vida querida
- Del libro: Las lunas de Júpiter
- Del libro: Demasiada felicidad
“Recuerda que cuando un hombre sale de una habitación, se lo deja todo en ella —le ha dicho su amiga Marie Mendelson—. Cuando sale una mujer, se lleva todo lo que ha ocurrido allí.”
- Del libro: Mi vida querida
“Escribir esta carta es como meter una nota en una botella… Y esperar que llegue a Japón.”
- Del libro: Mi vida querida
- Del libro: Mi vida querida
- Del libro: Mi vida querida
“El egocentrismo masculino hacía que me sintiera relajada en su compañía.”
“Siempre que la gente te dice que tendrás que afrontar algo algún día y te empuja con toda naturalidad hacia el dolor, la obscenidad o la revelación indeseada que te acecha, en sus voces hay una nota de traición, un frío y mal disimulado júbilo, algo ávido de tu dolor. Sí, en los padres también; en los padres sobre todo.”
“Quería saber. No había protección como no fuera en el saber.”
“En la biblioteca me sentía feliz.”
- Del libro: Demasiada felicidad
“Como si la gran felicidad de una persona —aunque fuera pasajera y endeble— pudiera derivar de la gran infelicidad de otra.”
- Del libro: Las lunas de Júpiter
“La pobreza para la familia de Richard era como el mal aliento o las úlceras, una enfermedad que quien la padece debe cargar con parte de culpa. Pero no era de buena educación mencionarla.”
- Del libro: Demasiada felicidad
“Cuando eres pequeño te transformas en una persona distinta todos los años.”
- Del libro: Las lunas de Júpiter
- Del libro: Las lunas de Júpiter
“Lo que se percibía en aquella habitación era la dificultad para el contacto humano. Yo me sentía hipnotizada por ello. La dificultad fascinante, la necesidad humillante.”
- Del libro: Demasiada felicidad
- Del libro: Demasiada felicidad
- Del libro: Demasiada felicidad
“Ha visto la mirada en el rostro de ciertas personas..., abandonadas en islas elegidas por ellos mismos, penetrante, satisfecha.”
- Del libro: Demasiada felicidad
- Del libro: Demasiada felicidad
- Del libro: Las lunas de Júpiter
“Orgullo era lo que tenían cuando ya no les quedaba sentido común.”
- Del libro: Las lunas de Júpiter
“¿debería haberse quedado en el lugar donde deciden el amor por uno, y no haber ido a donde uno tiene que inventarlo, y reinventarlo, sin saber nunca si estos esfuerzos bastarán?”
- Del libro: Demasiada felicidad
- Del libro: Las lunas de Júpiter
“Cualquier cambio de cualquier tipo era algo malo. La eficiencia era simplemente pereza para ellos. Esa es la forma de pensar de los campesinos.”
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