Frases de Alphonse Marie Louis de Lamartine

“Vos me herís, Dios mío: éste es el motivo de mi esperanza.”
Alphonse Marie Louis de Lamartine

“Lo que llamamos nuestros días más bellos no son sino un brillante relámpago en medio de una noche de tempestad.”
Alphonse Marie Louis de Lamartine

“La dicha es independiente de la riqueza, y podremos adquirirla más fácilmente con un denario de cobre que con una bolsa de oro, si vamos a buscarla donde Dios la ha escondido.”
Alphonse Marie Louis de Lamartine

“La gloria es el sueño de una sombra.”
Alphonse Marie Louis de Lamartine

“No se puede llamar con fuerza al corazón del hombre sin que destile llanto. ¡Tan triste es el fondo de la humana naturaleza que siempre que se la remueve se hacen asomar la amargura a los labios y las lágrimas a los ojos!”
Alphonse Marie Louis de Lamartine

“Limitado en su naturaleza, infinito en sus ansias, el hombre es un dios caído que se acuerda del cielo.”
Alphonse Marie Louis de Lamartine

“Lo mejor que el hombre puede dar es, después de su sangre, una lágrima.”
Alphonse Marie Louis de Lamartine

“La prueba de que la libertad es el ideal divino del hombre, es que ella es el primer ensueño de la juventud, y no se desvanece en nuestro ánimo sino cuando el corazón se marchita y el espíritu se envilece o se acobarda. No hay alma con veinte años que no sea republicana.”
Alphonse Marie Louis de Lamartine

“La virtud más difícil de obtener en la lucha de las ideas, es la moderación.”
Alphonse Marie Louis de Lamartine

“En el principio de todas las cosas grandes hay una mujer.”
Alphonse Marie Louis de Lamartine