Todas las frases de Arturo Pérez-Reverte
- Del libro: Un día de cólera
“Alrededor, compañero. ¿Qué ves?... Gente del pueblo. Pobres diablos como tú y como yo. Ni un oficial detenido, ni un comerciante rico, ni un marqués. A ninguno de ésos he visto luchando en las calles. ¿Y quiénes nos mandaban en Monteleón?... Dos simples capitanes. Hemos dado la cara los pobres, como siempre. Los que nada teníamos que perder,...” (continúa)(seguir leyendo)
- Del libro: El capitán Alatriste
- Del libro: El capitán Alatriste
- Del libro: La Reina del Sur
“Los libros son puertas que te llevan a la calle. Con ellos aprendes, te educas, viajas, sueñas, imaginas, vives otras vidas y multiplicas la tuya por mil.”
- Del libro: Un día de cólera
“Una chusma de aldeanos embrutecidos e ignorantes, gobernada por curas. Así ha calificado hace poco el Emperador a los españoles, a quienes desprecia —con motivo— por el infame comportamiento de sus reyes, la incompetencia de sus ministros y Consejos, la incultura y el desinterés del pueblo por los asuntos públicos.”
- Del libro: Un día de cólera
“Para el pueblo español, acostumbrado a la obediencia ciega a la Religión y la Monarquía, un título nobiliario, una sotana o un uniforme son la única referencia posible en momentos de crisis.”
“Había gente tras el cristal de los bares con ordenador portátil y café en vaso de plástico —detesto esos lugares absurdos donde debes llevar tú la consumición a la mesa—, parejas homosexuales que paseaban cogidas de la mano y dependientas de tiendas de ropa fumando en la puerta como furcias futuristas, de nueva generación. Todo muy correcto y...” (continúa)(seguir leyendo)
“Decir que sin grafiti estarían limpias es mentira. Las ciudades están envenenadas. Mancha el humo de los coches y mancha la contaminación, todo está lleno de carteles con gente incitándote a comprar cosas o a votar por alguien.”
- Del libro: El capitán Alatriste
“Firmar así el acta de defunción de aquella infeliz España a la que había llevado al desastre, gastando el oro y la plata de América en festejos vanos, en enriquecer a funcionarios, clérigos, nobles y validos corruptos, y en llenar con tumbas de hombres valientes los campos de batalla de media Europa.”
“Las ciudades de todo el planeta están llenas de gente que va de un lugar a otro en vuelos baratos para comprar las mismas prendas que a diario puede ver expuestas en los comercios de la calle donde vive.”
- Del libro: El capitán Alatriste
“Se les ve expuestos a la injuria de los tiempos, en la miseria; y a pesar de ello, más bravos, soberbios y orgullosos que en la opulencia y la prosperidad...”
“Durante la mitad de mi vida conviví con perros, y de ellos he aprendido mucho de cuanto sé, o creo saber, sobre las palabras amor, desinterés y lealtad. Éstas no son frecuentes entre los humanos, al menos las dos últimas; y desde luego, tampoco la primera, amor, en el sentido en que podemos aplicarla a esos nobles animales.”
- Del libro: El capitán Alatriste
“¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?”
“A mí me llama la atención que la gente piense que vamos a mejor, y el mundo no va a mejor. Nuestro mundo, Occidente, Europa, donde estoy, donde me he criado, que viene de Troya, del Islam, de la Edad Media, del Renacimiento... ese mundo está listo de papeles, su mejor momento ha sido el siglo XX, y ahora estamos en decadencia, ya nunca va a ser...” (continúa)(seguir leyendo)
“Yo nazco en Cartagena, una ciudad a orillas del Mediterráneo con más de tres mil años de historia. Y nazco en una biblioteca, en la de mi abuelo, en donde están las historias de ese mar; las historias de las Cruzadas y de los griegos y del Peloponeso y de la batalla de Salamina. De los corsarios, de los berberiscos... Para mí, el mar es escuela,...” (continúa)(seguir leyendo)
- Del libro: La piel del tambor
- Del libro: Línea de fuego
“La misma persona puede luchar como una fiera y media hora después correr despavorida como una liebre. Los héroes no existen. Sólo las circunstancias.”
“A diferencia de los humanos, los cánidos casi no conocemos la hipocresía.”
- Del libro: Sidi
“Las leyendas solo sobreviven vistas de lejos.”
- Del libro: Eva
“Mejor era un por si acaso que un quién lo hubiera pensado.”
- Del libro: El oro del rey
“¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? ¿Nunca se ha de decir lo que se siente?”
“En fin, lo que lamento profundamente es que, a partir del siglo XVIII, en España no se hermanara, como hizo la Revolución Francesa, la palabra ciudadano con patria, solidaridad, bien, esfuerzo y memoria común. Aquí no hubo guillotina para obispos, reyes y aristócratas; aquí siempre se ha fusilado a los mismos y de manera equivocada.”
“En España no se respeta la identidad y no hablo de la ideológica sino de la de lugar, de que España es lo que es con lo bueno y con lo malo. Somos un país de broncas, de alegrías y tristezas y de una serie de cosas que nos definen, como la tapa con los amigos, la Guerra Civil periódica que vivimos en España, la mala leche y el toro también.”
“España es un país gozosamente inculto.”
“Siempre hubo Torres Gemelas de Nueva York, 'troyas' y caballos de madera, bárbaros y constantinoplas.”
“Al final a uno lo derrotan siempre. Creo que la derrota es algo inherente a la condición humana, al hecho de vivir y de pelear. Por mucho que venzas, siempre al final hay alguien que te derrota, siempre hay un Rocroi, por mucho que triunfes siempre hay un iceberg esperando al Titanic.”
“Sócrates y Séneca se suicidaron por inteligencia, y la Europa que ellos iluminaron se suicida por estupidez.”
“Los aplaudidores demagogos son aún más peligrosos y despreciables que los fundamentalistas. Al menos éstos tienen fe.”
“La rebeldía es el único refugio digno de la inteligencia frente a la imbecilidad.”
“¿Contradictorio? Esto es España, querido amigo. Sólo es una faceta más del poliédrico disparate.”
- Del libro: La Reina del Sur
- Del libro: La Reina del Sur
- Del libro: La piel del tambor
- Del libro: La piel del tambor
- Del libro: La piel del tambor
- Del libro: La tabla de Flandes
“La vida es una aventura incierta en un paisaje difuso, de límites en continuo movimiento, donde las fronteras son artificiales; donde todo puede acabar y empezar de nuevo a cada instante, o terminar de golpe, como un hachazo inesperado, para siempre jamás. Donde la única realidad absoluta, compacta, indiscutible y definitiva, es la muerte. Donde...” (continúa)(seguir leyendo)
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