Todas las frases de Camilla Läckberg
“Y solo eso hizo sonar la alarma. Porque uno siempre desvela algún detalle sobre su persona en las conversaciones, siempre ofrece información fragmentaria sobre su pasado y sobre cómo se ha convertido en la persona que es.”
- Del libro: La princesa de hielo
“Por primera vez, dudaba de que la bondad humana superase verdaderamente a la maldad.”
“Así es la naturaleza del ser humano, no mira las consecuencias de sus acciones, no aprende de la historia.”
“No importa cómo ocurrió. Ocurrió, sencillamente. Y lo único que podemos tratar de hacer es cambiar las cosas, sobrevivir. No mirar atrás. No regodearnos en el arrepentimiento o en las especulaciones de cómo habrían podido ser las cosas.”
- Del libro: Los gritos del pasado
“Es más fácil enfrentarse al dolor de la certidumbre que al de la espera de lo desconocido.”
“arrepentimiento es expresión de humanidad. Sin arrepentimiento… ¿qué somos?”
“El ser humano es un animal de manada y necesitamos a la manada a nuestro alrededor, necesitamos tenerla cerca, necesitamos el calor y el tacto de otros seres humanos.”
“Hemos olvidado lo importante que es que nos toquen, pero lo necesitamos para sobrevivir.”
“De repente, tomó conciencia de hasta qué punto la quería. Resultaba tan fácil olvidarlo… Resultaba tan fácil que la vida y el día a día rodasen sin parar, el trabajo y las tareas domésticas y… los días, pasando uno tras otro. Pero había momentos como aquel, en los que sentía con una fuerza aterradora hasta qué punto estaban unidos. Y cómo...” (continúa)(seguir leyendo)
- Del libro: Los gritos del pasado
“Nunca había comprendido la relación de los hombres con las parrillas. Ellos, que en condiciones normales no dudaban en afirmar que no tenían ni idea de cómo freír un filete en la sartén, se consideraban verdaderos virtuosos a la hora de conseguir que la carne quedase en su punto sobre una parrilla al aire libre.”
- Del libro: Los gritos del pasado
“Le resultaba extraño defender al mismo hermano al que, por lo general, no dejaba de criticar, pero la sangre es más espesa que el agua…”
“¿Cuánto puede aguantar una persona antes de romperse del todo?”
- Del libro: Los gritos del pasado
“Quien no ama, tampoco se arriesga a perder.”
“Cuando corría, sentía la vida dentro de sí. No se le ocurría otra forma mejor de explicarlo.”
- Del libro: Los gritos del pasado
“La duda es la principal herramienta del diablo.”
- Del libro: La princesa de hielo
“Con los años, el corazón se volvía menos elástico. Uno se implicaba más en las relaciones y las secuelas afectaban cada vez más a la autoestima.”
“Era aterrador ver a tus padres encogerse, reducirse, volverse más pequeños que uno mismo. Tener que intervenir y comportarse como adultos con aquellos a quienes, de pequeños, veíamos como infalibles, inquebrantables. Aunque, en la edad adulta, ya no ve uno a sus padres como seres divinos con respuesta para todo, pero resulta doloroso verlos...” (continúa)(seguir leyendo)
- Del libro: La princesa de hielo
“¿Debía elegir su precioso tanga de encaje, por si se presentaba la remota ocasión de que ella y Patrik acabasen en la cama?”
“Había mujeres tan fuertes que nada podía quebrarlas. Vencerlas sí, pero quebrarlas, nunca.”
“Existe una diferencia asquerosamente abismal entre ser el que ayuda y ser el que carga con la responsabilidad última.”
- Del libro: La princesa de hielo
“¿O, por el contrario, sería más acertado ponerse esas bragas enormes y horrendas con sujeción para la tripa y el trasero, que incrementarían considerablemente las posibilidades de que Patrik y ella acabasen en la cama?”
“Sin la ayuda de objetos que podamos ver o tocar, olvidamos fácilmente aquello que no queremos recordar.”
- Del libro: La princesa de hielo
“No había que subestimar a las mujeres.”
“Delegar. En eso consistía ser un buen líder.”
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