Todas las frases de Carlos González
“El niño que a los ocho años recibe una buena bofetada de sus padres aprende que los conflictos se resuelven a golpes y que los fuertes pueden imponer sus puntos de vista sobre los débiles.”
“La independencia es uno de los grandes temas de la puericultura moderna. ¡Todos queremos hijos independientes! Que se levanten y se acuesten cuando les dé la gana, que solo hagan los deberes si les apetece, que decidan por sí mismos si quieren ir a la escuela, que se pongan la ropa que más les guste y que coman lo que quieran... ¡Ah, no! No ese...” (continúa)(seguir leyendo)
“El colecho no es una consecuencia de la pobreza o la falta de habitaciones, sino que se considera fundamental para la correcta educación del niño.”
“¿Debería hacerle ver las consecuencias de sus actos?: «Está bien, quédate si quieres, pero que tengas bien claro que tu parte de herencia ya te la has gastado, y ahora todo lo que queda será para tu hermano». ¿Debería echarle un sermón? Es un libro religioso, un sermón vendría que ni pintado: «Hijo mío, no sabes cómo nos has hecho sufrir a tu...” (continúa)(seguir leyendo)
“El perdón Si tuvo usted una educación religiosa, probablemente recordará la parábola del hijo pródigo. «Un hombre tenía dos hijos...». Era un hombre rico: tenía siervos, y tenía rebaños. A veces los nuevos ricos cometen el error de ofrecer a sus hijos una vida demasiado regalada, y los malcrían. Pero habitualmente las familias ricas de toda la...” (continúa)(seguir leyendo)
“Es un hecho que no protestamos más cuando somos más desgraciados, sino cuando tenemos más esperanzas de que nuestras protestas sirvan de algo. Protestamos más cuando nos sentimos aceptados y queridos.”
“El verdadero amor se demuestra con respeto, contacto y comprensión, no con regalos y golosinas.”
“Que nuestros hijos vayan aprendiendo desde pequeños que los valoramos por su trabajo, aunque no siempre consigan el objetivo; que sus buenos resultados son fruto de su esfuerzo y no de unas capacidades innatas que les han tocado en suerte; que ante las dificultades es posible volverlo a intentar en vez de abandonar.”
“¿Qué hizo el padre cuando su hijo volvió con el rabo entre las piernas a pedir la sopa boba? ¿Qué recomendarían hoy en día los pediatras, psicólogos y educadores para un hijo que comete una falta, y no una falta pequeña, como no recoger la habitación o sacar malas notas, sino nada menos que gastarse en droga y prostitutas la mitad de la hacienda...” (continúa)(seguir leyendo)
“Ya no hay matrimonios concertados o de conveniencia; te casas con una persona a la que has conocido, que te ha gustado, a la que has tratado durante meses o años, con la que muchas veces, hoy en día, has convivido. ¿Cómo puede fallar tanto? Creo que a menudo olvidamos regarlo.”
En realce