Todas las frases de Cassandra Clare
“Somos todos los trozos de lo que recordamos. Tenemos en nuestro interior las esperanzas y los temores de aquellos que nos aman. Mientras haya amor y memoria, no existe la auténtica pérdida.”
“Hay cien billones de células en el cuerpo humano —explicó—. Y cada una de esas células de mi cuerpo te ama. Las células se mueren y nacen otras nuevas, y mis células nuevas te aman más que las antiguas, y por eso te amo cada día más que el anterior. Es pura ciencia. Y cuando muera y me incineren, y me convierta en cenizas que se mezclen con el...” (continúa)(seguir leyendo)
“Sus vidas brillaban con la misma fuerza que las llamas de una vela... y podían apagarse con la misma facilidad.”
“Te amo, y te amaré hasta que muera, y si hay una vida después de ésta, te amaré también entonces.”
“El sarcasmo es el último refugio de los que tienen la imaginación en bancarrota.”
“Pero Jace —replicó ella—. Todos los cuentos son ciertos.”
“El amor no te volvía débil, te volvía más fuerte que cualquiera que hubiera conocido nunca. Y comprendí que el débil era yo.”
“Puede que haya un Dios, Clary, y puede que no lo haya, pero no creo que tenga importancia. En cualquier caso, estamos solos.”
“A veces, nuestras vidas cambian tan rápido que ni el corazón ni la mente son capaces de seguir el cambio.”
“Te quiero, Jace Wayland... Herondale... Lightwood... como te apetezca llamarte. Me da lo mismo. Te amo y siempre te amaré, y fingir lo contrario no es más que una pérdida de tiempo.”
“Porque a menudo sucede con lo que es precioso y está perdido, que al encontrarlo puede que no sea igual que lo que fue.”
“Si fueras la mitad de gracioso de lo que crees que eres, muchacho, serías el doble de gracioso de lo que eres.”
“Tenías que hacerte amigo de un compañero de celda loco, ¿verdad? ¿No podías limitarte a contar las baldosas del techo o a domesticar un ratón como hacen los prisioneros normales?”
“Si no hay nadie en el mundo a quien le importes, ¿realmente existes?”
“Mi corazón es tu corazón —contestó él—. Mis manos son tus manos.”
“Condúcenos de lo irreal a lo real —leyó en voz alta—. Condúcenos de la oscuridad a la luz. Condúcenos de la muerte a la inmortalidad.”
“—No hay modo de fingir —replicó Jace con absoluta claridad—. Te amo, y te amaré hasta que muera, y si hay una vida después de ésta, te amaré también entonces.”
“Pero Dios sabe que no quiero a nadie excepto a ti. Ni siquiera quiero querer a nadie que no seas tú.”
“Nadie que te ame, desearía sacrificar tu propia felicidad.”
“Es más fácil acabar con el amor que alguien siente por ti, que con el que tú sientes por él.”
“Los sueños son ciertos mientras duran, y ¿acaso no vivimos en sueños?”
“Querer lo que no se podía tener sólo llevaba a la desesperación y la locura.”
“Dicen que el tiempo lo cura todo, pero eso asume que el origen del pesar es finito. Que se acaba.”
“—Pensaba que parte de mi corazón estaba roto —continuó él, y había una expresión en su rostro como si le sorprendiera oírse decir tales palabras, decir mi corazón—. Para siempre. Pero tú…”
“Él cruzó la cocina hacia ella, e inclinándose, la besó leve y torpemente en los labios. Sonriendo, ella se puso en pie. —Se acabaron las cocinas —dijo—. No más cocinas. Y agarrándole con firmeza de las muñecas, tiró de él, fuera de la estancia, en dirección a la habitación de invitados.”
“Si mi corazón fuera un lienzo cada centímetro sería un retrato tuyo.”
“Lo que es bueno, honesto y verdadero ... si lo mantienes alejado por mucho tiempo, lo pierdes por completo.”
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