Todas las frases de Gabriel García Márquez
- Del libro: Cien años de soledad
“Los conservadores, en cambio, que habían recibido el poder directamente de Dios, propugnaban por la estabilidad del orden público y la moral familiar; eran los defensores de la fe de Cristo, del principio de autoridad, y no estaban dispuestos a permitir que el país fuera descuartizado en entidades autónomas.”
- Del libro: Cien años de soledad
“—Diremos que lo encontramos flotando en la canastilla —sonrió. —No se lo creerá nadie —dijo la monja. —Si se lo creyeron a las Sagradas Escrituras —replicó Fernanda—, no veo por qué no han de creérmelo a mí.”
- Del libro: Cien años de soledad
“Nunca fue mejor guerrero que entonces. La certidumbre de que por fin peleaba por su propia liberación, y no por ideales abstractos, por consignas que los políticos podían voltear al derecho y al revés según las circunstancias, le infundió un entusiasmo enardecido.”
- Del libro: Cien años de soledad
“Los liberales, le decía, eran masones; gente de mala índole, partidaria de ahorcar a los curas, de implantar el matrimonio civil y el divorcio, de reconocer iguales derechos a los hijos naturales que a los legítimos, y de despedazar al país en un sistema federal que despojara de poderes a la autoridad suprema.”
- Del libro: Vivir para Contarla
- Del libro: Cien años de soledad
- Del libro: Vivir para Contarla
“A las cuarenta y ocho horas de agonía, las campanas de la iglesia doblaron a duelo por una mujer que acababa de morir. Los dos moribundos las oyeron, y cada uno en su cama creyó que doblaban por la muerte del otro. Ananías murió de pesar casi al instante, llorando por la muerte de Plinio. Éste lo supo, y murió dos días después llorando a mares...” (continúa)(seguir leyendo)
- Del libro: Cien años de soledad
“Intrigado con ese enigma, escarbó tan profundamente en los sentimientos de ella, que buscando el interés encontró el amor, porque tratando de que ella lo quisiera terminó por quererla.”
- Del libro: Vivir para Contarla
- Del libro: Cien años de soledad
“la tribu de Melquíades, según contaron los trotamundos, había sido borrada de la faz de la tierra por haber sobrepasado los límites del conocimiento humano.”
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