Todas las frases de Joaquin Setanti
“Si quieres saber quién eres, pregúntalo a ti mismo y dite verdad.”
“No puede llamarse dichoso el que va subiendo, por muy levantado que esté, sino el que ha parado en parte segura pudiendo subir más.”
“Antes de dar consejo al que le pide, contigo mismo a solas te aconseja.”
“El príncipe que por sólo su parecer acierta algún hecho de importancia, suele después errar mucho por falta de consejo.”
“Sospechoso es el consejo del que induce y no peligra.”
“Para dar un mal consejo, más saben las mujeres que los hombres.”
“Fácil es deliberar que se haga alguna cosa conveniente, pero muy difícil dar la forma y traza como se haga de la manera que más convenga; porque lo uno pide poco más que buena voluntad y buen deseo, pero lo otro requiere seso y práctica. Y por esto los consejos tienen necesidad de otros consejos, como las aceitunas del aceite que salen de otras...” (continúa)(seguir leyendo)
“Los grandes habladores no son buenos conversantes, porque en ganando la mano, no dejan hacer lance a otros.”
“El que pide alguna cosa y se la dan, aunque basta y mal garbada, recíbala agradecido, y después procure darle la mejor forma que pudiere.”
“Extravagante vanidad es la de aquellos que, para mostrarse hombres de valor y de pecho, se ríen de sus propias desventuras, pues los sabios y prudentes no suelen sacar lágrimas ni risa de su contraria fortuna.”
“Del que no te debe nada, si no te da, no te quejes; mas procura que te deba siquiera buena voluntad.”
“No vayas por caminos desusados;
sigue las huellas de los que acertaren. ”“Mira bien los caminos por donde fueron los que acertaron, pero coteja bien las circunstancias y las condiciones de los tiempos.”
“El que siempre se disculpa llega a ser incorregible, porque se engaña a sí mismo y se confirma en el mal.”
“Jamás se pagan los servicios hechos al justo precio ni al debido tiempo.”
“Los que piden merced sin merecerla, merecen ser despachados mal y tarde.”
“Al que para subir te da la mano, bésasela a cada paso.”
“Hay hombres de tan mala especie, que no saben hacer el bien a nadie; y si alguna vez aciertan a ser provechosos para alguno, quieren que les sea esclavo, porque les cuesta mucho trabajo el haber hecho cosa contra su natural inclinación; y éstos son los hombres que merecen quedar solos al tiempo de su mayor necesidad.”
“Cuando son muchos los que mandan, son pocos los que obedecen, y así todo va perdido.”
“Jamás se pagan los servicios hechos al justo precio, ni al debido tiempo.”
“Coteja los pastores con los reyes,
y en lo mejor los hallarás iguales.”“De los hombres desagradecidos no se puede esperar cosa buena, porque la ingratitud es calidad de ánimo villano que precia más el interés que la honra.”
“De los grandes beneficios se forman las grandes ingratitudes.”
“Cuando llega a ser común el interés, fácilmente se juntan los mal avenidos mas al partir de las peras se descubre la dañada voluntad.”
“No se ocupe el regidor en decir mal de las leyes que no puede mudar, sino en gobernar por ellas lo mejor que sea posible.”
“Procura que se hagan buenas ordinaciones y que sean bien guardadas; porque, en fin, no curan las muchas medicinas, sino las buenas y bien aplicadas.”
“Es mejor estar entre dos locos que cerca de un necio.”
“Muchas buenas medicinas hay que no pueden aplicarse, por ser los enfermos malsufridos.”
“Obrar callando, y no emprender la cura de males sin remedio, es tener seso.”
“La fama de prudente y valeroso ata las manos a los atrevidos desvergonzados.”
“El que pierde la ocasión, en vano la busca.”
“No se ha de correr tras la ocasión, sino aguardarla apercibido y cogerla.”
“De los que mandan como reyes, teme:
porque la real benignidad les falta.”“Las palabras y las obras jamás hacen buena liga.”
“Palabras y ofrecimientos, aunque sean de reyes, llegan a ser obras tarde.”
“La república muy estragada no sufre remiendos, y por esto se ha de renovar del todo.”
“Las quejas de los vasallos, por más robustas que sean, llegan debilitadas al oído de los reyes.”
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