Frases de Juan Gil-Albert

“Vivir resistiéndose, día a día, a las ventajas de la adulación y la mendacidad, es sentar plaza vitalicia de héroe.”
Juan Gil-Albert

“No son los acontecimientos los que nos cambian: somos nosotros mismos.”
Juan Gil-Albert

“Así reinas, divino ser del universo, sobre aquellos que te amaron ciegamente a través de las apariencias.”
Juan Gil-Albert

“Caída su lumbre en el corazón de quien la escucha, ¿qué queda en aquel que vio fluir de su mano la chispa de los grandes designios?”
Juan Gil-Albert

“El amor y el recuerdo estaban confundidos en mí ser. Entrelazados quedarán en la memoria como un sueño que resplandece, y el corazón seguirá ignorando el origen de tanta clemencia.”
Juan Gil-Albert

“Si mis versos os siguen con admiración y aspiran a eternizar este recuerdo del ser a quien amo, es que mis alas son las palabras, y sin ellas caigo desvanecido en un torpe sueño.”
Juan Gil-Albert

“Felicidad, no supe hasta este día que como un abanico entre sus pliegues guarda en sí ese paisaje deseado del aire, tú en ti misma te encerraras, sin que el hombre cansado consiguiera ver llegar a sus sienes la frescura de tu aliento.”
Juan Gil-Albert

“Cual un pájaro ciego yo te canto, porque eres mi sombría rosa amada, y cuando está anegado de tristeza mi corazón renueva sus canciones.”
Juan Gil-Albert

“Cuando sopla la brisa de mi corazón enamorado, sonreís lentamente como si recordarais.”
Juan Gil-Albert

“La tierra es un bien irremplazable, un fluido feliz, un toque absorto. Como una tentación sin precedentes hecha a la vez de ardor y de renuncia. Una inmersión gustosa, un filtro lento.”
Juan Gil-Albert