Frases de Ken Follett

“Dos adultos que se aman deberían ser capaces de tomar decisiones juntos, sin tener que obedecerse uno al otro.”
Ken Follett

“Los miembros de esta generación tendremos que lamentarnos no solo por las palabras y los actos odiosos de las malas personas, sino por los clamorosos silencios de las buenas.”
Ken Follett

“La capacidad de escuchar a gente inteligente que no está de acuerdo contigo es un talento difícil de encontrar.”
Ken Follett

“Las vejaciones a las que sometes a los demás regresan, tarde o temprano, para torturarte.”
Ken Follett

“Dondequiera que tú vayas, iré yo, y dondequiera que vivas, viviré; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios; donde tú mueras… —Se detuvo, incapaz de hablar por el nudo que le cerraba la garganta; después, tras un momento, tragó saliva y continuó—: Donde tú mueras, moriré yo, y allí seré enterrada.”
Ken Follett

“La integridad personal es como una espada: no debería blandirse hasta el momento de ponerla a prueba.”
Ken Follett

“Tener fe en Dios no consistía en sentarse mano sobre mano. Significaba creer que uno podía lograr lo que se proponía, haciéndolo lo mejor que pudiera con honradez y energía.”
Ken Follett

“Erik era una de esas personas ineptas a las que asusta tanto la vida que prefieren vivir subyugados por una autoridad de hierro y que un gobierno que no admite discusión les diga qué tienen que hacer y pensar. Eran idiotas y peligrosos, pero había muchos como él.”
Ken Follett

“Jesús dijo que hay más gozo en el cielo por un pecador arrepentido que por noventa y nueve justos.”
Ken Follett

“No puedes mantener una promesa solo cuando te va bien. Hay que mantenerla aunque no te apetezca. Ese es su significado.”
Ken Follett

“Me gusta la gente que habla de forma directa. Ahorra tiempo.”
Ken Follett

“Se preguntó por qué aquellos que querían destruir todo lo bueno de su país eran precisamente los que más prisa se daban en enarbolar la bandera nacional.”
Ken Follett

“Es mejor sufrir las consecuencias del mal que quedarse quieto y no hacer nada.”
Ken Follett

“Se afeitaba aproximadamente una vez a la semana, por lo que solía llevar barba de varios días, que resultaba de una tremenda efectividad para hacerlo parecer un don nadie.”
Ken Follett

“Si todo resultara fácil el hombre no necesitaría la guía de Dios.”
Ken Follett

“A la verdad no se llega mediante el voto de la mayoría.”
Ken Follett

“Y cuanto más sencillas son las cosas, menos errores se cometen.”
Ken Follett

“Renunciar a la felicidad es como arrojar piedras preciosas al océano. Es mucho peor que cualquier pecado.”
Ken Follett

“Recuerda por favor que el orgullo excesivo es un pecado corriente, pero que un hombre puede, con la misma facilidad, frustrar la voluntad de Dios por una excesiva humildad.”
Ken Follett

“Jack tuvo que contenerse para no echarse a reír. ¿De qué servía arrojar dinero a un pedazo de madera? Pero la gente había sido adoctrinada por la Iglesia hasta tal punto que su reacción automática ante algo sagrado era la de dar dinero.”
Ken Follett

“Tenía que aprender que quienes le trataban de forma hostil lo hacían debido a su propia debilidad.”
Ken Follett

“Decía que cuando un hombre se rodea de leales acólitos es porque en realidad no tiene confianza en sí mismo…”
Ken Follett

“Si debes cien dólares, el banco te tiene en su poder; pero si debes un millón, eres tú quien tienes en tu poder al banco.”
Ken Follett

“Ningún país podía sobrevivir al éxodo de sus jóvenes más emprendedores.”
Ken Follett

“La tragedia es una herramienta para que los vivos adquiramos sabiduría.”
Ken Follett

“Hay hombres que odian a las personas a quienes han tratado de forma injusta, por paradójico que pueda parecer. Creo que eso se debe a que la víctima es un recordatorio perpetuo de su comportamiento vergonzoso.”
Ken Follett

“Los manifestantes pueden causar un gran impacto, pero al final son los gobiernos los que remodelan el mundo.”
Ken Follett

“Había perdido toda su dignidad y tenía un aspecto patético. No obstante, Gwenda sintió más amor por él en esos momentos del que nunca antes había sentido. -Del amor no se come -respondió Annet, y salió de la iglesia.”
Ken Follett

“Gwenda sabía que Jesús le decía que no debía pecar o, de lo contrario, los demonios la torturarían, pero los humanos la asustaban más que los demonios.”
Ken Follett

“—¿Tú quién eres? —dijo, mirándolo de una forma asombrosamente directa. Tenía que ser un niño el que te hiciera la pregunta más difícil de todas, pensó Greg.”
Ken Follett

“¿Es un cóctel? —preguntó Rosa. —Un licor fuerte camuflado para que parezca más respetable. Te lo prometo, están a la última.”
Ken Follett

“—En España no había gran cosa para comer. —Voy a prepararte algo. —No hay prisa. Llevo doce meses pasando hambre; podré resistirlo unos minutos más. Pero te diré qué me apetece mucho. —¿Qué? ¡Pide lo que sea! —Me encantaría que me prepararas una buena taza de té.”
Ken Follett

“Personas incompetentes aunque leales al régimen recibían ascensos y ocupaban cargos que no podían desempeñar.”
Ken Follett

“Si uno no se implica, lo que suceda es culpa suya.”
Ken Follett

“Leó Szilárd era un idealista que había imaginado que la energía nuclear liberaría a la humanidad del trabajo.”
Ken Follett

“Ella quería emular todas sus acciones: criar bien a sus hijos, conseguir cambiar las cosas en la política de su país, amar y ser amada. Y, sobre todo, al morir, quería que sus hijos pudieran decir, como decía ella de su padre, que su vida había significado algo y que el mundo era un lugar mejor gracias a ella.”
Ken Follett

“Oyó entonces que los chasquidos se aceleraban. Miró a Fermi con inquietud, pero él seguía haciendo números con una regla de cálculo. Fermi parecía encantado. De todas formas —pensó Greg—, si algo sale mal seguramente todo irá tan deprisa que no nos daremos ni cuenta. El ritmo de los chasquidos se estabilizó. Fermi sonrió.”
Ken Follett

“—Un hombre creyó que podía volar, así que saltó de la azotea de un edificio de diez plantas, y cuando pasó volando por la quinta planta, agitando los brazos en vano, lo oyeron decir: Hasta aquí vamos bien.”
Ken Follett

“Erik era una de esas personas ineptas a las que asusta tanto la vida que prefieren vivir subyugados por una autoridad de hierro.”
Ken Follett

“—¿Qué hace una familia aristocrática cuando una de sus hijas queda embarazada? Sucede muchísimas veces, ¿sabes? —Supongo que sí, pero no sé cómo actúan. Esas cosas nunca se explican. —Exactamente. La chica desaparece unos cuantos meses, se va a Escocia, a la Bretaña o a Ginebra, con su doncella. Cuando las dos regresan del viaje, la doncella...” (continúa)(seguir leyendo)
Ken Follett

“El anarquismo es la creencia de que nadie está legitimado para gobernar. Todas las filosofías políticas, desde el derecho divino de los reyes hasta el contrato social de Rousseau, intentan justificar la autoridad. Los anarquistas creen que todas esas teorías fallan, y que por tanto ninguna forma de autoridad es legítima.”
Ken Follett

“Gracias por su sinceridad, coronel —respondió Fitz—. Pero entré en el ejército para ganar batallas, no para que me ascendieran.”
Ken Follett

“—Eso me temo. Lo primero que hizo Lenin fue aprobar el decreto sobre la tierra. —Para hacerle justicia —intervino Maud—, Lenin también ha anunciado una jornada de ocho horas para los trabajadores y educación universal y gratuita para sus hijos. Fitz estaba enfadado; Maud no tenía ningún tacto, porque, desde luego, aquel no era el momento más...” (continúa)(seguir leyendo)
Ken Follett

“Tienes que ir siempre un paso por delante de los demás.”
Ken Follett

“La democracia no es algo que se abandone cada vez que se pierde una votación.”
Ken Follett

“Los verdaderos fascistas quieren aniquilar a todos sus enemigos y luego crear una sociedad radicalmente nueva.”
Ken Follett

“Tienes que ir siempre un paso por delante de los demás. Así es como se avanza en la vida.”
Ken Follett

“Me quedo para luchar contra los nazis. —Ya has hecho más de lo que te correspondía —dijo Ethel con dulzura. Maud se emocionó. —Mi marido ha dedicado todo su ser, toda su vida, a convertir esta tierra en un país libre y próspero. No seré la causa de que se vea obligado a renunciar a la obra de toda una vida. Si pierde eso, pierde su alma.”
Ken Follett

“—No, no voy a insultar a lord Fitzherbert ni al señor Perceval Jones —dijo, y señaló dos sombreros de copa de la primera fila—. Tan solo les digo: caballeros, son ustedes historia.”
Ken Follett

“El presidente Wilson dice que un líder debe tratar a la opinión pública del mismo modo en que un marinero se aprovecha del viento, utilizándolo para impulsar la nave en una dirección u otra, pero nunca intentando ir directamente contra él.”
Ken Follett