Todas las frases de Manuel Chaves Nogales
- Del libro: La agonía de Francia
“Las masas modernas lo soportan todo menos la incomodidad material, física.”
“En las grandes ocasiones siempre digo algo inconveniente.”
- Del libro: A sangre y fuego
- Del libro: A sangre y fuego
“De cualquier modo, soporto mejor la servidumbre en tierra ajena que en mi propia casa.”
“Así como entre las personas decentes no se deja vivir a los ladrones, entre los ladrones no es posible ser persona decente, y terminé robando tanto y tan limpiamente como mis camaradas veteranos.”
“Me convencí entonces de que en la lidia —de hombres o de bestias— lo primero es parar. El que sabe parar, domina.”
- Del libro: La agonía de Francia
“Los regímenes totalitarios no marcan una superioridad sobre las democracias más que cuando éstas se hallan interiormente podridas.”
- Del libro: La agonía de Francia
“Nunca una catástrofe nacional se ha producido en medio de una mayor inconsciencia colectiva.”
“Se regía entonces el toreo por aquel pintoresco axioma lagartijero de «Te pones aquí, y te quitas tú o te quita el toro». Yo venía a demostrar que esto no era tan evidente como parecía: «Te pones aquí, y no te quitas tú ni te quita el toro si sabes torear».”
“A los pocos días de estar allí se declaró la guerra. Yo no me di cuenta de lo que era aquello hasta que los directores del teatro donde trabajábamos, que eran franceses, nos dijeron que no podían pagarnos, que cerraban y que se iban. Fuimos a ver al cónsul de España. Como les pasa siempre a nuestros cónsules, no pudo hacer nada.”
- Del libro: La agonía de Francia
“La nazificación de las clases superiores de la sociedad francesa era un hecho incuestionable.”
“Era el tal un sevillano neto, de ésos para los que no hay nada en el mundo como su Sevilla.”
“Era el comunista más puro que había entre ciento treinta millones de rusos. Francés.”
- Del libro: A sangre y fuego
- Del libro: A sangre y fuego
- Del libro: La agonía de Francia
“Frente a una democracia que conserva sus virtudes cívicas la inferioridad y la impotencia de los regímenes totalitarios siguen siendo incuestionables.”
“La empresa era superior a nuestra imaginación, y estuvimos a punto de fracasar, no por falta de dinero, sino de fantasía, que es por lo que se fracasa siempre.”
- Del libro: A sangre y fuego
- Del libro: A sangre y fuego
“El viejo caíd, que había permanecido acurrucado en la camioneta al lado del veterano rojo que los custodiaba, volvió a cogerle la mano y le preguntó: —¿Matar moros ahora? El miliciano asintió gravemente. —¡Alá es grande! —fue la única respuesta del caíd. Después de una pausa el miliciano agregó: —Yo quisiera que tú vivieses. Eres todo un hombre....” (continúa)(seguir leyendo)
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