Todas las frases de Miguel Hernández
“Sangre que no se desborda, juventud que no se atreve, ni es sangre, ni es juventud, ni relucen, ni florecen.”
“No vale entristecerse. La sombra que te lo ha dado. La sombra que se lo lleve.”
“Pero el silencio puede más que tanto instrumento.”
“¿Quién llenará este vacío de cielo desalentado que deja tu cuerpo al mío?”
“Pintada, no vacía: pintada está mi casa del color de las grandes pasiones y desgracias.”
“El mundo es como aparece ante mis cinco sentidos, y ante los tuyos que son las orillas de los míos.”
“Quien se para a llorar, quien se lamenta contra la piedra hostil del desaliento, quien se pone a otra cosa que no sea el combate, no será un vencedor, será un vencido lento.”
“No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida.”
“Cuerpos que nacen vencidos, vencidos y grises mueren: vienen con la edad de un siglo, y son viejos cuando vienen.”
“Ayer amaneció el pueblo desnudo y sin qué ponerse, hambriento y sin qué comer, el día de hoy amanece justamente aborrascado y sangriento justamente.”
“Cada día lo desea más mi sangre y se me agranda de amor y se me desbanda, y no llego a comprender por qué no lo he de querer si el corazón me lo manda.”
“No te asomes a la ventana, que no hay nada en esta casa. Asómate a mi alma.”
“¡Qué sencilla es la muerte: qué sencilla, pero qué injustamente arrebatada! No sabe andar despacio, y acuchilla cuando menos se espera su turbia cuchillada.”
“Teme que el barro crezca en un momento, teme que crezca y suba y cubra tierna, tierna y celosamente tu tobillo de junco, mi tormento, teme que inunde el nardo de tu pierna y crezca más y ascienda hasta tu frente.”
“Sigue, pues, sigue cuchillo, volando, hiriendo. Algún día se pondrá el tiempo amarillo sobre mi fotografía.”
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