Todas las frases de Rafael Barrett
“¿Qué nos queda, qué queda al destino si no viven nuestros hijos, si no son dioses en nuestro corazón y en nuestra mente? Ellos lo son todo, toda la belleza, toda la verdad, toda la esperanza. Por eso estoy seguro de que festejáis conmigo el nacimiento de nuestro hijo, de nuestro querido hijo que duerme.”
“El que descubre se limita a describir su experiencia, para que todos repitan y verifiquen lo que él hizo. ¿Y esto qué es? El libre examen, base de nuestra prosperidad intelectual. La ciencia moderna es grande por ser esencialmente anárquica. ¿Y quién será el loco que la tache de desordenada y caótica?”
“Hay quien se extraña de que por lo común los ricos sean avaros. Y, sin embargo, si no hubieran sido avaros cuando eran pobres, no hubieran llegado a ricos. El procedimiento que conserva es el mismo que cría. Para encontrar generosidad es preciso dirigirse a los pobres consuetudinarios o a los salteadores de caminos.”
“La naturaleza no podría engendrar nada nuevo, si la obligasen a conservar lo viejo. Las formas son infinitas, pero la materia no, y es forzoso fundir el bronce de las estatuas pasadas para hacer las futuras. Por eso, si los ancianos no murieran, los niños cesarían de nacer. Por eso la muerte mantiene el amor sobre la Tierra.”
“Además, para educar un público hay que comenzar por tenerlo, y para tenerlo hay que halagarlo. ¿O es que te resignas a ser el único suscriptor? Un gran diario, es decir, un diario con un gran público, es un partido; cada vintén representa un voto. Y se trata de electores que dan su voto y dinero encima: ninguna política consigue tanto.”
“Venturoso o no, el amor auténtico se oculta; el pudor es la mitad de su poesía. Un amante es un iniciado; no elevará en el arroyo el ara ni el altar. No expondrá al escándalo las embriagueces de su victoria, ni la liquidación de sus desastres. Quizá sucumba en un rincón, mas no representará gratis, ante la tribu reunida, una escena vulgar de...” (continúa)(seguir leyendo)
“Como trabajador que soy, tiemblo a la idea de que un químico humanitario y genial descubra una alimentación baratísima. Si bastan diez centavos al día para no perecer, el salario corriente del obrero en los distritos de alta civilización será de diez centavos con toda evidencia, y los demás salarios incluso el mío se resentirán de una ciencia...” (continúa)(seguir leyendo)
“Los ignorantes se figuran que anarquía es desorden y que sin gobierno la sociedad se convertirá siempre en el caos. No conciben otro orden que el orden exteriormente impuesto por el terror de las armas. Pero si se fijaran en la evolución de la ciencia, por ejemplo, verían de qué modo a medida que disminuía el espíritu de autoridad, se...” (continúa)(seguir leyendo)
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