Todas las frases de Terencio
“Cuando no se puede lo que se quiere, hay que querer lo que se puede.”
“Sin riesgo no se hace nada grande y memorable.”
“Todas mis esperanzas están en mí.”
“Éste es el deber de los padres: acostumbrar a los hijos a obrar por propia voluntad y no impulsados por el temor.”
“Huye pero sin alejarte de tu casa.”
“Yo soy mi prójimo.”
“Hombre soy; nada humano me es ajeno.”
“Aconsejo a todos que estudien las vidas de los demás con un lente de aumento, así verán las cosas buenas en forma magnificada.”
“La justicia inflexible es frecuentemente la injusticia más grande.”
“Saber hacer una cosa es fácil, hacerla es difícil.”
“Sólo los cordiales merecen ser tratados con cordialidad.”
“No hay mayor miseria que vivir en la ignorancia eterna.”
“Soy hombre, y por lo tanto, nada que sea humano me resulta extraño.”
“Los desdenes de los enamorados reavivan el amor.”
“La vejez, por si misma, es ya una enfermedad.”
“¡Cuántas veces acontecen, por casualidad, cosas que difícilmente nadie se atrevería a esperar!”
“Las cosas valen lo que vale el corazón del que las posee: son bienes para quienes saben usar bien de ellas, males para quienes hacen mal uso.”
“No hay nada, ¡oh Antifonte!, que, hablando mal de ello, no pueda hacerse malo.”
“Por propia experiencia he llegado a encontrar que nada hay de más valor para el hombre como el ser asequible a todos y la clemencia.”
“Tengo todo y no poseo nada: nada es y nada me falta.”
“Fácil cosa es, cuando gozamos de salud, dar buenos consejos a los enfermos.”
“Es muy característico de nuestras actuales costumbres el que las cosas hayan llegado a un punto en que, si alguien paga una deuda, se ha de tomar como un gran favor.”
“No hay cosa tan fácil que no parezca dificilísima cuando se hace de mala gana.”
“No hay cosa tan difícil que, a fuerza de estudiarla, no parezca fácil.”
“Cuando el ánimo está en suspenso, un ligero impulso lo hace inclinarse acá o allá.”
“Tengo a un lobo cogido por las orejas; pues ni sé cómo soltarme de él, ni cómo aguantarle.”
“Cuando goza uno de buena salud se complace en dar buenos consejos a los enfermos.”
“Yo no compro esperanzas con dinero.”
“Nada hay tan difícil que, buscándolo, no pueda encontrarse.”
“Ningún hombre digno pedirá que se le agradezca aquello que nada le cuesta.”
“Hombre soy, y ninguna cosa humana me es ajena.”
“Ya conocéis cómo son las mujeres : Un año para arreglarse y para peinarse.”
“No es posible ya decir cosa que no haya sido dicha anteriormente.”
“No hagas, como suele decirse, lo que ya está hecho.”
“Cuantos son los hombres, tantos son sus pareceres; cada cual tiene su propia manera de pensar.”
“A un padre le basta para un grave pecado una pequeña satisfacción.”
“Tengo a un lobo por las orejas; ni sé cómo librarme de él, ni cómo retenerlo.”
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