Cambio de corona
Aunque menos que la de un Papa, la abdicación de un rey siempre sorprende. Esta vez es el turno del rey de España Juan Carlos, que dejará el trono a su hijo Felipe. A más de uno le resultará extraña la decisión de abdicar a la edad de 76 años, lo que para un rey, al no tratarse de un atleta, no es una edad para dejarlo a toda costa. La convicción que tienen sus muchos detractores es que la afirmación cada vez mayor de fuerzas antimonárquicas, combinado con una serie de escándalos relacionados con la Casa Real, hayan convencido al rey Juan Carlos a abdicar a favor del hijo con la esperanza de renovar la imagen de la monarquía española. Ahora será interesante ver qué escenarios se abrirán en una España que lucha contra la crisis económica y quizá también con la identidad. La certeza para muchos es que Felipe difícilmente lo podrá hacer peor que el padre en los últimos años.
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