Justicia para Cecil

Hasta hace unos días, pensar en un dentista que hacía daño a los animales, temido por todos los peces y por los niños que miraban indignados a este dentista sin corazón, tenía gracia, porque se trataba de una película de animación. Y Walter Palmer, tal vez, no habría querido arrebatarle el trono a este dentista de Buscando a Nemo. En cambio, su decisión de ir a Zimbabue, y participar en una furtiva caza al león, lo ha convertido en el blanco número uno de las redes sociales, desde donde se pide a la Casa Blanca la extradición de este hombre. Una vez en Zimbabue, el señor Palmer sería juzgado para hacer justicia a Cecil, el león de la reserva natural, que ha muerto a causa de las flechas disparadas por el dentista estadounidense. El cierre de la clínica, el riesgo de serios problemas con la ley, la desaprobación de muchos colectivos, le habrán hecho pensar que tal vez vuelva a curar sonrisas, pero que su sonrisa, lo más probable es que no vuelva a resplandecer en una fotografía junto al cuerpo de un león.