Primera comunión civil

Dolores Díez, vecina de un pequeño municipio cerca de Málaga, ha tenido la idea de pedir a su ayuntamiento de instaurar una nueva fiesta, la comunión civil. Como las muy practicadas (por razones legales obvias) bodas civiles, y los ya existentes bautizos civiles, Díez, pide que exista esta nueva posibilidad. Ella dice que no es católica pero que recuerda con énfasis su primera comunión y, considerándola un paso importante en la transición de la niñez a la preadolescencia, piensa que sea justo que todos los niños puedan celebrarla. El alcalde y el consejo parecen estar de acuerdo, la oposición católica menos. Ahora quién sabe si entre los futuros proyectos de la señora Díez también están la hostia civil, la confirmación civil y la Semana Santa civil.