Tutelar el planeta

La encíclica del Papa Francisco está aquí y como siempre los ojos del mundo la han leído. No sólo los fieles, todos, incluidos los políticos, que a menudo parecen vivir en un mundo paralelo. Esto también ocurría con las encíclicas de los otros papas, pero la diferencia, con las próximas elecciones americanas a la vuelta de la esquina, está en que en decir, de manera más o menos velada, que el papa tiene que pensar en sus cosas (es decir, en el espíritu) y no en la política, no son los habituales políticos de izquierdas, sino los de derechas que, muchas veces, de la fe han hecho un caballo de batalla. El problema es que este Papa ha empezado a hablar de medio ambiente, del calentamiento global, culpando a los gobiernos y a las multinacionales. Y ahora, ¿qué sucederà? ¿La derecha estadounidense se hará repentinamente atea? ¿Dirán que en twitter habían leído sólo una parte, porque toda la encíclica no entraba?