Refranes sobre el matrimonio y la infidelidad

“Martes, ni te cases, ni te embarques, ni de tu familia te apartes.”

“En viernes y en martes, ni tu casa mudes, ni tu hija cases, ni tu viña podes, ni tu ropa tajes.”

“Tetas, culo, pelo y cantar, no componen ajuar.”

“Cuernos que no ves, corazón que no siente.”

“Amantes y ladrones, gustan de la sombra y los rincones.”

“En viernes y en martes, ni te cases ni te embarques.”

“Quien corteja a una casada, la vida lleva prestada.”

“El hijo que sale al padre, saca de duda a la madre.”

“Quien presta su caballo para garrochar, y a su mujer para bailar, nada tiene que reclamar.”

“Quien tiene mujer (hermosa / parlera), o castillo en frontera, o viña en carretera, nunca le faltará guerra.”

“No hay moneda que no pase, ni pendón que no se case.”

“Contigo duerme y contigo come, quien te los pone.”

“Si quieres ser cornudo, ándate a la caza a menudo.”

“Quien ama a una casada, puede morir de cornada.”

“Pase la moneda, que el matusaleno queda.”

“Cásate por la dote, y de tu mujer serás un monigote.”

“Quien lejos va a casar, o va engañado, o va a engañar.”

“No se fragua un casamiento, sin que haya mentiras ciento.”

“El casar y descasar, despacio se han de pensar.”

“Quien con celoso casó, en vida, el purgatorio pasó.”

“Dote de cara, culo y tetas, no me peta, dote de casas, viñas y olivares, ese sí me satisface.”

“Cabellos y cantar, no es buen ajuar.”

“Matrimonio y mortaja, del cielo baja.”

“Viejo que con moza casó, o vive cabrito o muere cabrón.”

“Viejo que se casa con mujer (moza / hermosa), o pronto el cuerno o pronta la loza, sino son ambas cosas.”

“Viejo casado, muerto o corneado.”

Viejo que boda hace, “requiéscat in pace”.

“Viejo que se casa, mal lo pasa.”

“Veinte con sesenta, o sepultura o cornamenta.”

“Cuando de los cincuenta pases, no te cases.”

“El villano, mejor presta su mujer que su asno.”

“Amigo lisonjero, festeja a tu mujer o a tu dinero.”

“Si tu mujer es bonita, reccibe pocas visitas.”

“De cornudo o de asombrado, pocos han escapado.”

“Los cuernos, duelen al salir, pero ayudan a vivir.”

“Tan cabrón se es con un cuerno, como con dos.”

“Hombre cornudo, más vale de ciento que de uno.”

“Cualquier hombre, hasta el más serio, antes cornudo que en el cementerio.”

“Es del hombre condición, como del cabrito, morir muy pequeñito, o llegar a ser cabrón.”

“La mujer deshonesta, en mostrarlo tiene su fiesta.”

“La mujer que quiere a dos, no es mala sino entendida, cuando una vela se apaga, la otra queda encendida.”

“Quien fía su mujer a un amigo, en la frente le saldrá el castigo.”

“Para tu mujer empreñar, no debes otro buscar.”

“A la sombra de un hilo, se la pega una mujer a su marido.”

“Ni de mujer de otro, ni coces de potro.”

“Ni mujer de otro, ni criar potro.”

“Ni pan hervido, ni mujer de otro marido.”

“Además de cornudo, apaleado.”

“Mujer, huerta y molino, piden uso de contino.”

“A más no poder, acuéstome con mi mujer.”