El Emblema del Traidor
Título: El Emblema del Traidor
Título original: El emblema del traidor
Autor:Juan Gómez-Jurado
Año de primera publicación: 2008
Título original: El emblema del traidor
Autor:Juan Gómez-Jurado
Año de primera publicación: 2008
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Frases de “El Emblema del Traidor” 23 citas
“Alys no creía que un golpe como aquel tuviese la más mínima posibilidad. ¿Quién iba a seguir a un tarado que proclamaba que borraría a los judíos de la faz de la tierra?”
“Pasaba por esa etapa final de la adolescencia en la que la existencia de la divinidad es a veces cuestionada.”
“Eso es la vida. Correr sobre una azotea que está condenada a hundirse.”
“Los que piensan por sí mismos molestan mucho.”
“—¿Qué hacen aquí? —preguntó un hombre bajito, seguramente el dueño de la taberna. —Venimos a disolver una reunión ilegal —dijo el jefe del pelotón de las SA, adelantándose con una incongruente sonrisa. —¡Ustedes no tienen ninguna autoridad! El jefe del pelotón levantó la porra hasta la cintura y golpeó el estómago del hombre, que cayó al suelo...” (continúa)(seguir leyendo)
“Le dolía ver cómo un grupo de personas inteligentes y cultas como aquél quedaba escindido por culpa del miedo y la intolerancia.”
“Es la segunda vez que me traiciona, señor Graf. Con la repetición las cosas pierden su gracia.”
“Se está haciendo la dura porque en realidad le gusto. Debe de ser de esas que creen que la mejor manera de excitar a un hombre es rechazándole hasta que le vuelven loco.”
“La guerra son siete partes de aburrimiento y una de horror.”
“Durante el resto de la semana se hacían pocos negocios en Alemania. Los bolsillos estaban vacíos, y un supervisor de fabricación de la BMW tenía los jueves por la noche el mismo poder adquisitivo que un veterano mendigo que arrastrase sus muñones por el fango bajo los puentes del Isar. Hubo muchos que no lo pudieron soportar. Los viejos, la...” (continúa)(seguir leyendo)
“Lo primero que hace un gobierno fuerte y con vocación de permanencia es eliminar, entre muchos otros, a los masones. No porque éstos estén a las órdenes de una hipotética conspiración judía. Lo hace porque los que piensan por sí mismos molestan mucho.”
“A veces el mayor tesoro se esconde en el mismo lugar que la mayor destrucción.”
“En las guerras no hay voluntarios, sólo imbéciles y desalmados. Y los segundos se quedan en casa.”
“En aquel momento vio la guerra frente a él. No era una escueta lista de avances sobre posiciones enemigas, ni tampoco los muñones atroces que se escondían bajo las sábanas. La guerra era los ojos vacíos y arrasados de Eduard.”
En realce
