Orgullo y Prejuicio
Título: Orgullo y Prejuicio
Título original: Pride and Prejudice
Autor:Jane Austen
Año de primera publicación: 1813
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Autor:Jane Austen
Año de primera publicación: 1813
Contenuto: Publicada por primera vez en 1813, Orgullo y prejuicio es una de las novelas más populares de la literatura inglesa y una piedra angular de la reputación de Jane Austen como una de las mejores escritoras de todos los tiempos.
Una novela costumbrista sobre el romántico pas de deux entre Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, dos amantes perfectamente acoplados que, al principio, se encuentran insoportables. A pesar de los sentimientos negativos de Elizabeth hacia Darcy, el destino parece decidido a seguir uniendo a esta pareja, y Darcy, casi en contra de su voluntad, hará revelaciones que acabarán haciendo que Elizabeth cuestione todo lo que cree. Ambientada en una época en la que casarse bien era la única forma que tenía una mujer de asegurarse un futuro seguro y cómodo, Orgullo y prejuicio es sin duda la precursora de todas las comedias románticas y, sin duda, uno de los romances más queridos de todos los tiempos.
Una novela costumbrista sobre el romántico pas de deux entre Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy, dos amantes perfectamente acoplados que, al principio, se encuentran insoportables. A pesar de los sentimientos negativos de Elizabeth hacia Darcy, el destino parece decidido a seguir uniendo a esta pareja, y Darcy, casi en contra de su voluntad, hará revelaciones que acabarán haciendo que Elizabeth cuestione todo lo que cree. Ambientada en una época en la que casarse bien era la única forma que tenía una mujer de asegurarse un futuro seguro y cómodo, Orgullo y prejuicio es sin duda la precursora de todas las comedias románticas y, sin duda, uno de los romances más queridos de todos los tiempos.
Frases de “Orgullo y Prejuicio” 49 citas
“Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano, y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia.”
“A poca gente quiero de verdad, y de muy pocos tengo buen concepto. Cuanto más conozco el mundo, más me desagrada, y el tiempo me confirma mi creencia en la inconsistencia del carácter humano, y en lo poco que se puede uno fiar de las apariencias de bondad o inteligencia.”
“La imaginación de una dama va muy rápido y salta de la admiración al amor y del amor al matrimonio en un momento.”
“Si se conforma con lamentar mi pérdida cuando podía haber obtenido mi amor y mi mano, yo también dejaré pronto de lamentar el perderle a él.”
“Después de un silencio de varios minutos se acercó a ella y muy agitado declaró: –He luchado en vano. Ya no puedo más. Soy incapaz de contener mis sentimientos. Permítame que le diga que la admiro y la amo apasionadamente. El estupor de Elizabeth fue inexpresable. Enrojeció, se quedó mirándole fijamente, indecisa y muda. El lo interpretó como un...” (continúa)(seguir leyendo)
“Os llevaréis muy bien. Vuestros caracteres son muy parecidos. Sois tan complacientes el uno con el otro que nunca resolveréis nada, tan confiados que os engañará cualquier criado, y tan generosos que siempre gastaréis más de lo que tengáis.”
“Lejos y cerca son cosas relativas y dependen de muy distintas circunstancias.”
“Si una mujer disimula su afecto al objeto del mismo, puede perder la oportunidad de conquistarle.”
“Ese amor me ha ido viniendo tan gradualmente que apenas sé cuándo empezó.”
“Mis buenas cualidades te pertenecen ahora, y puedes exagerarlas cuanto se te antoje.”
“Pero esa expresión, «locamente enamorado», está tan manida, es tan ambigua y tan indefinida, que no me dice nada. Lo mismo se aplica a sentimientos nacidos a la media hora de haberse conocido, que a un cariño fuerte y verdadero.”
“El que una pareja crea que son iguales o se conozcan bien de antemano, no les va a traer la felicidad en absoluto. Las diferencias se van acentuando cada vez más hasta hacerse insoportables; siempre es mejor saber lo menos posible de la persona con la que vas a compartir tu vida.”
“Si Elizabeth hubiese sido capaz de mirarle a los ojos, habría visto cuán bien se reflejaba en ellos la delicia que inundaba su corazón; pero podía escucharle, y los sentimientos que Darcy le confesaba y que le demostraban la importancia que ella tenía para él, hacían su cariño cada vez más valioso.”
“Se puede estar hablando mal continuamente de alguien sin decir nada justo; pero no es posible estar siempre riéndose de una persona sin dar alguna vez en el clavo.”
“Me pregunto quién sería el primero en descubrir la eficacia de la poesía para acabar con el amor. –Yo siempre he considerado que la poesía es el alimento del amor –dijo Darcy. –De un gran amor, sólido y fuerte, puede. Todo nutre a lo que ya es fuerte de por sí. Pero si es solo una inclinación ligera, sin ninguna base, un buen soneto la acabaría...” (continúa)(seguir leyendo)
“Los que no cambian nunca de opinión deben cerciorarse bien antes de juzgar.”
“¿No es la descortesía con todos los demás, la esencia misma del amor?”
“Todo impulso del sentimiento debe estar dirigido por la razón, y a mi juicio, el esfuerzo debe ser proporcional a lo que se pretende.”
“La vanidad es un defecto. Pero el orgullo, en caso de personas de inteligencia superior, creo que es válido.”
“Fingir candor es algo bastante corriente, se ve en todas partes.”
“Los tópicos más comunes, más triviales y más manidos, pueden resultar interesantes si se dicen con destreza.”
“Quizá se me pueda acusar de rencoroso. Cuando pierdo la buena opinión que tengo sobre alguien, es para siempre.”
“Mi querida amiga: Si tienes compasión de nosotras, ven a cenar hoy con Louisa y conmigo, si no, estaremos en peligro de odiarnos la una a la otra el resto de nuestras vidas, porque dos mujeres juntas todo el día no pueden acabar sin pelearse. Ven tan pronto como te sea posible, después de recibir esta nota. Mi hermano y los otros señores cenarán...” (continúa)(seguir leyendo)
“El buen filósofo sólo saca beneficio de donde lo hay.”
“Confieso que no conozco nada más imponente que Darcy en determinadas ocasiones y en determinados lugares, especialmente en su casa y en las tardes de domingo cuando no tiene nada que hacer.”
“Nadie puede estimarse realmente perfecto si no sobrepasa en mucho lo que se encuentra normalmente.”
“Su padre se paseaba por la estancia y parecía muy serio e inquieto. –Elizabeth –le dijo–, ¿qué vas a hacer? ¿Estás en tu sano juicio al aceptar a ese hombre? ¿No habíamos quedado en que le odiabas?”
“Un acontecimiento anhelado con impaciencia no podía, al realizarse, traerle toda la satisfacción que era de esperar.”
“Un proyecto que en todas sus partes promete dichas, nunca sale bien; y no te puedes librar de algún contratiempo, si no tienes una pequeña contrariedad.”
“He luchado en vano. Ya no puedo más. Soy incapaz de contener mis sentimientos. Permítame que le diga que la admiro y la amo apasionadamente.”
“A menudo lo que nos engaña es únicamente nuestra propia vanidad.”
“No fijar límites en adelante a la desvergüenza de un desvergonzado.”
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