Rayuela
Frases de “Rayuela” 52 citas
“No es por una cuestión de culpa, che. Sos dostoyevskianamente asqueroso y simpático a la vez, una especie de lameculos metafísico.”
“La vida se vive a sí misma, nos guste o no.”
“Los dos lo sintieron en el mismo instante, y resbalaron el uno hacia el otro como para caer en ellos mismos, en la tierra común donde las palabras y las caricias y las bocas los envolvían como la circunferencia al círculo, esas metáforas tranquilizadoras, esa vieja tristeza satisfecha de volver a ser el de siempre, de continuar, de mantenerse a...” (continúa)(seguir leyendo)
“Defenderé ser yo hasta que no pueda más.”
“La melancolía de una vida demasiado corta para tantas bibliotecas.”
“Todo dura siempre un poco más de lo que debería.”
“Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad...” (continúa)(seguir leyendo)
“–Partís del principio –dijo la Maga–. Qué complicado. Vos sos como un testigo, sos el que va al museo y mira los cuadros. Quiero decir que los cuadros están ahí y vos en el museo, cerca y lejos al mismo tiempo. Yo soy un cuadro, Rocamadour es un cuadro. Etienne es un cuadro, esta pieza es un cuadro. Vos creés que estás en esta pieza pero no...” (continúa)(seguir leyendo)
“Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio.”
“Confundía saber con entender.”
“Comíamos hamburgers en el Carrefour de l'Odéon, y nos íbamos en bicicleta a Montparnasse, a cualquier hotel, a cualquier almohada.”
“De golpe, en la mitad de una sonrisa la boca se te convierte en una araña peluda.”
“El tercer cigarrillo del insomnio se quemaba en la boca de Horacio Oliveira sentado en la cama; una o dos veces había pasado levemente la mano por el pelo de la Maga dormida contra él. Era la madrugada del lunes, habían dejado irse la tarde y la noche del domingo, leyendo, escuchando discos, levantándose alternativamente para calentar café o...” (continúa)(seguir leyendo)
“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos.”
“Hay una diferencia bien conocida entre el ignorante y el tonto.”
“Los tics y el aire cínico no van muy bien juntos.”
“¡Música, melancólico alimento para los que vivimos de amor!”
“A veces me convenzo de que la estupidez se llama triángulo, de que ocho por ocho es la locura o un perro. Abrazado a la Maga, esa concreción de nebulosa, pienso que tanto sentido tiene hacer un muñequito con miga de pan como escribir la novela que nunca escribiré o defender con la vida las ideas que redimen a los pueblos.”
“De sus amantes acababa por hacer amigas, cómplices en una especial contemplación de la circunstancia. Las mujeres empezaban por adorarlo (realmente lo hadoraban), por admirarlo (una hadmiración hilimitada), después algo les hacía sospechar el vacío, se echaban atrás y él les facilitaba la fuga, les abría la puerta para que se fueran a jugar a...” (continúa)(seguir leyendo)
“–Al final, como siempre, un acto de fe –dijo Etienne, riendo–. Sigue siendo la mejor definición del hombre.”
“¿Cómo convencerá el asesinado a su asesino de que no ha de aparecérsele?”
“Tengo suficiente inteligencia como para empezar a destruirla ventajosamente.”
“Desdoblarse otra vez después de haber estado por un momento tan sola y tan enamorada frente a la eternidad de su cuerpo.”
“Me hartabas un poco con tu manía de perfección, con tus zapatos rotos, con tu negativa a aceptar lo aceptable.”
“Todo me decía que apenas recobrara la independencia dejaría de sentirme libre.”
“Lo que para él había sido análisis de probabilidades, elección o simplemente confianza en la rabdomancia ambulatoria, se volvía para ella simple fatalidad. ¿Y si no me hubieras encontrado?, le preguntaba. No sé, ya ves que estás aquí...”
“Convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.”
“Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso.”
“Y por eso Gregorovius insistía en conocer el pasado de la Maga, para que se muriera un poco menos de esa muerte hacia atrás que es toda ignorancia de las cosas arrastradas por el tiempo.”
“Pero en el jazz como en cualquier arte hay siempre un montón de chantajistas. Una cosa es la música que puede traducirse en emoción y otra la emoción que pretende pasar por música. Dolor paterno en fa sostenido, carcajada sarcástica en amarillo, violeta y negro. No, hijo, el arte empieza más acá o más allá, pero no es nunca eso.”
“Entre tanto vivamos y dejemos vivir.”
“Los problemas –dijo Traveler– son como los calentadores Primus, todo está muy bien hasta que revientan.”
“Para gentes como ella el misterio empezaba precisamente con la explicación.”
“Todo lo que se escribe en estos tiempos y que vale la pena leer está orientado hacia la nostalgia.”
“Como siempre me costaba mucho menos pensar que ser.”
“Cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo. Irremisiblemente.”
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