Frases de “Ese oscuro objeto del deseo”

“- Tengo un amigo que ama mucho a las mujeres, pero clama que son un saco de excrementos.
- ¿Por qué dice una cosa semejante?
- No soy yo quien lo dice.”

“Tengo tanto respeto por el amor, como para andar con devaneos. Raramente he poseído una mujer, a la que no amase apasionadamente. El resto las puedo contar con los dedos de una mano.”

“Es estúpido vagar por la calle. Sobre todo cuando no puedes comprar nada. Así que prefiero acostarme.”

“- Volveremos a París mañana. Prepara las maletas.
- Estupendo, señor. Estaba cansado de comer filetes fritos con aceite.”

“Soy una persona. Me tengo a mi misma. No tengo nada más precioso en la vida que yo misma.”

“Lo que pasa es que no entiendes a las mujeres. Piensas que dándome una casa, tienes todos los derechos sobre mí. Pero no es así.”

“¡Oh, señor, dos mujeres solas son tan vulnerables!”

“El pecado nunca ha pasado la noche aquí. Nuestras almas están más derechas que el dedo de San Juan.”

“Nunca espere a una mujer en la primera cita seria.”

“- ¿Por qué insistes tanto en que hagamos el amor?
- Para estar más cerca de ti, porque te quiero.
- Yo también te quiero, pero no me apetece hacer el amor contigo. Estamos juntos. Tú me tomas en tus brazos. Yo te acaricio, tu tienes mis piernas, mi boca, mis pechos. ¿Por qué también hacer el amor?
- Porque es normal, es natural. Todos los...” (continúa)(seguir leyendo)

“Un cliente habitual, un anciano Alemán, siempre solía citar a un filósofo de su país: Si vas con mujeres, nunca olvides el palo.”

“- No quiero ser indiscreto, pero daría cualquier cosa por conocer la razón de su acción.
- Es usted bastante curioso, señor.
- Soy profesor de psicología.”

“¿Puedo mirar? Me gusta ver antes las cosas que voy a comer.”