Frases de “Mar adentro”
(2004)Título Mar adentro
Año 2004
Director Alejandro Amenábar
Género Dramático, Biográfico
Cómpralo enAño 2004
Director Alejandro Amenábar
Género Dramático, Biográfico
Sinopsis – Ramón Sampedro lleva más de 30 años postrado en una cama. La única ventana al mundo es la de su habitación, que da al mar, donde sufrió el accidente que le provocó la invalidez. Ramón está luchando para ganar el derecho a terminar con su vida con dignidad. El film explora las relaciones de Ramón con dos mujeres: Julia, una abogada que apoya su causa, y Rosa, una mujer del lugar que quiere convencerlo de que vale la pena seguir viviendo. Pero también ellas, cautivadas por la personalidad de Ramón, llegan a plantearse sus propios principios. A pesar de su deseo de morir, Ramón enseñó a todos el significado de la vida y del valor. A pesar de que no podía moverse, tenía una extraña habilidad para mover a los otros.
Todos los actores – Javier Bardem, Belén Rueda, Lola Dueñas, Mabel Rivera, Celso Bugallo, Clara Segura, Joan Dalmau, Alberto Jiménez, Tamar Novas, Francesc Garrido, Josep Maria Pou, Alberto Amarilla, Andrea Occhipinti, Federico Pérez Rey, Nicolás Fernández Luna, Raúl Lavisier, Xosé Manuel Olveira 'Pico', César Cambeiro, Xosé Manuel Esperante, Yolanda Muiños, Adolfo Obregón, José Luis Rodríguez, Julio Jordán, Juan Manuel Vidal, Marta Larralde, Jordi Ballester
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“Lo único peor a que se te muera un hijo es que quiera morirse.”
“La vida es un derecho, no una obligación.”
“- ¿Fumas?
- Ramón: Sí, de vez en cuando, por si me mata.”“La persona que realmente me ame será la que me ayude a morir.”
“Mar adentro, mar adentro. Y en la ingravidez del fondo, donde se cumplen los sueños se unen tantas voluntades para cumplir un deseo. Un beso enciende la vida con un relámpago y un trueno. Y en una metamorfosis mi cuerpo no es ya mi cuerpo. Es como penetrar al centro del universo. El abrazo más pueril y el más puro de los besos, hasta vernos...” (continúa)(seguir leyendo)
“En la sala de rehabilitación hay un inmenso ventanal. A veces, imagino que lo cruzo y vuelo como tú, sobre Barcelona. Llego al mar y sigo volando hasta ver sólo esa línea de agua que nunca se acaba. Y pienso, tonta de mí, que si tú haces lo mismo desde Coruña, quizá des la vuelta al mundo otra vez y acabemos encontrándonos en algún punto del...” (continúa)(seguir leyendo)
“Me resisto a caer en esa inercia en la que solo puedo agradecer lo que se me da porque no me queda más remedio que aceptarlo.”
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