Frases sobre el entrometimiento

“No critico la herejía de Caín -solía decir con agudeza-. Yo siempre dejo que el prójimo se destruya del modo que mejor le parezca.”
Robert Louis Balfour Stevenson

“Cada abeja vive en su colmena, y no se mete en la ajena.”

“Donde el diablo no puede meter la mano, mete la punta del rabo.”

“Siempre se interpone algo entre nosotros y lo que creemos nuestra felicidad.”
Lord Byron

“Vida pobre, la del que se olvida vivir la suya, por meterse en la de los demás.”
Julio N Berna

“Llora tus penas, y deja las ajenas.”

“Si quieres vivir sin pena, cuida de tu casa y deja la ajena.”

“Necio llamaré del todo, no curioso, al que se mete, en lo que no le compete, ni toca por algún modo.”

“Pasar de largo conviene, en lo que no te va ni te viene.”

“En lo que no te va ni te viene, nada que hacer tienes.”

“En lo que no te toca, no pongas mano ni boca.”

“En lo que no te toca, paso largo y punto en boca.”

“En lo que a otro toca, ni pongas mano ni abras boca.”

“Entre dimes y diretes, bien harás si no te metes.”

“Meter tu hoz en mies ajena, maldita faena.”

“Fraile a tu rezar, doncella a tu hilar.”

“Entre hermanos, que nadie meta la mano.”

“Ve donde no te llaman, y volverás con las orejas gachas.”

“No vayas donde no te llaman, y no te sacarán los colores a la cara.”

“No des consejo, a quien no te lo pide.”

“Si vamos a ser amigos déjame aclararte una cosa de una vez. Odio a la gente entrometida.”

“El mayor defecto de los hombres consiste en preocuparse arrancar la cizaña de los campos ajenos, descuidando el cultivo de sus propios campos.”
Confucio

“¿Algún viejo profeta ha dicho algo sobre los bastardos entrometidos que acaban consiguiendo que les calienten las orejas a puñetazos?”
Sir Terry Pratchett

“Nos agrada la franqueza en quienes nos aprecian. A la franqueza de los demás llamámosla insolencia.”
André Maurois

“Al que se mete en el cieno, los puercos lo pisotean.”
Anónimo

“Nicholas Blohm era el prototipo del hombre americano, según la imagen que tengo de ellos. Se meten de manera asombrosamente fácil en terrenos que no les incumben, sienten que el mundo es libre y les pertenece, que pueden hacer de él lo que quieran, apelando a la famosa libertad de expresión, de la que hacen uso indiscriminado y que se ha...” (continúa)(seguir leyendo)
Blanca Miosi

“En lo que poco te va, lo mismo te da así que asá.”

“El sastre, corte y cosa, y no se meta en otra cosa.”

“Zapatero, haz tus zapatos, y déjate de otros trastos.”

“El zapatero, juzgue de su oficio y deje el ajeno.”

“Vuelve a tu menester, que zapatero solías ser.”

“Zapatero, a tus zapatos.”

“Fui donde no debí, ¡y cómo salí!.”

“Entre dos muelas cordales, nunca pongas tus pulgares.”

“Ojos que demasiado ven, ladrillazo que les den.”

“Rey en mi casa soy, y a donde no me llaman, no voy.”

“De fuera vendrá, quien de casa te echará.”

“Cada perro, con su hueso.”

“Lo que no has de comer, déjalo cocer.”

“Si quieres participar de olla ajena, que la tuya no tenga tapadera.”

“Oledor de ollas ajenas, en su casa las tiene buenas.”

“Agua que no has de beber, déjala correr.”

“No se puede estar en el plato, y en la tajá.”

“Nadie se meta, donde no le llaman.”

“Quien se va, sin que lo echen, regresa sin que lo (inviten / llamen).”

“Quien se mete en lo que no tiene que ver, el diablo se ríe de él.”

“Al fisgón, cuando menos, un trompón.”

“Zapatazo que le duela, a quien sin llamar se cuela.”

“La nuera, rogada, y la olla, reposada.”

“Suegra entrometida, hila perdida.”