Frases sobre la serenidad
En archivo 239 frases, aforismos, citas sobre la serenidadSerenidad
El objetivo de la meditación es alcanzar un estado de serenidad absoluta, donde la mente está perfectamente tranquila. Es difícil de creer que el océano, movido por el viento durante una tormenta, puede volver a un estado de serenidad en la que su superficie vuelve a parecer de cristal. Ahora, con calma, puedes leer esta recopilación de frases, citas y aforismos sobre la serenidad.
- Del libro: El Arte De La Guerra
“Corresponde al general ser tranquilo, reservado, justo y metódico.”
- Del libro: Imitación de Cristo
“Ponte primero a ti en paz, y después podrás apaciguar a los otros. El hombre pacífico aprovecha más que el muy letrado.”
- Del libro: Imitación de Cristo
“Cuantas veces desea el hombre desordenadamente alguna cosa, luego pierde el sosiego. El soberbio y el avariento nunca están quietos; el pobre y el humilde de espíritu viven en mucha paz. El hombre que no es perfectamente mortificado en sí, presto es tentado y vencido de cosas pequeñas y viles. El flaco de espíritu y que aún está inclinado a lo...” (continúa)(seguir leyendo)
“Alguien con quien recorrer el resto de mi vida adulta sin tener que despertar cada mañana con la boca llena de sabor a soledad. No me llevó a él una pasión turbadora, pero sí un afecto intenso y la certeza de que mis días, a su lado, transcurrirían sin pesares ni estridencias, con la dulce suavidad de una almohada.”
- Del libro: Imitación de Cristo
- Del libro: Imitación de Cristo
“Mucha paz tendríamos si en las dichas y hechos ajenos que no nos pertenecen no quisiésemos meternos.”
- Del libro: Forja
- Del libro: Imitación de Cristo
- Del libro: Imitación de Cristo
“Vano es el que pone su esperanza en los hombres o en las criaturas. No te avergüences de servir a otros por amor a Jesucristo y parecer pobre en este siglo. No confíes de ti mismo, sino pon tu esperanza en Dios. Haz lo que puedas, y Dios favorecerá tu buena voluntad. No confíes en tu ciencia ni en la astucia de ningún viviente, sino en la gracia...” (continúa)(seguir leyendo)
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