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No hay barbarie comparada a la del colonialismo. África nunca se recuperó.

La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.

Cuando yo tenía catorce años, mi padre era tan ignorante que no podía soportarle. Pero cuando cumplí los veintiuno, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años.

A veces, hacer lo correcto es un acto que requiere frialdad, para el que hay que despojarse del ímpetu y revestirse de lejanía.

Un tonto y su dinero pronto se separan.

Una computadora puede ser llamada inteligente si logra engañar a una persona haciéndole creer que es un humano.

Los niños desgraciados maduran antes que los niños felices.

El tiempo vuela a veces como un pájaro, y a veces se arrastra como un caracol. Pero la mayor felicidad del hombre sobreviene cuando no se advierte si su paso es raudo o moroso.

Hombres ilustres tienen por tumba la tierra entera.

La industria, los partidos, el gobierno, la iglesia, todos ellos saben lo que tienen en la prensa. La realidad, tal como la sirve el periódico, ha pasado por una criba.