Rubs83
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El 10/02/2015 a las 21:40
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Que las personas hagan cosas malas no significa que sean malas personas.
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El 10/02/2015 a las 21:39
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Intimidad es una palabra que significa: aquí están mi corazón y mi alma, pícalos hasta hacer una hamburguesa y disfrútalos. Es algo deseado y temido, es difícil vivir con ella e imposible vivir sin ella. La intimidad, también está ligada a tres cosas en la vida: los parientes, el amor y los compañeros de piso. Hay cosas de las que no puedes escapar y otras que no quieres saber. Ojalá hubiera un reglamnto para la intimidad; una guía donde se explique cuando se traspasan los límites. Estaría bien saber cuando lo haces, aunque no sé si podrías lograrlo. Intimas cuando te lo permiten, y sigues mientras te dejan, en cuanto a las normas quizás no haya ninguna, quizás sea uno mismo quien tenga que definirlas.
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El 10/02/2015 a las 21:33
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La competición es una lucha de leones, levanta la cabeza, echa los hombros hacia atrás, camina con orgullo, no te lamas las heridas, celébralas. Las cicatrices de tu cuerpo son la marca del campeón. Has estado en una pelea de leones, que no hayas ganado no significa que no sepas rugir.
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El 10/02/2015 a las 21:32
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A veces hasta la mejor de las personas toma decisiones precipitadas, malas decisiones, decisiones de las que somos conscientes que nos arrepentiremos a la mañana siguiente; bueno tal vez no del todo, porque por lo menos nos hemos lanzado pero aún así algo en nuestro interior decide hacer una locura que sabemos que se dará la vuelta y nos morderá el culo, pero aún así, decidimos hacerlo de todos modos. Lo que quiero decir es que, recogemos lo que hemos sembrado, nos devuelve nuestros actos, es el Karma y lo mires por donde lo mires es un asco. En realidad no podemos quejarnos de nuestro Karma, no es injusto, no es inesperado, sólo iguala la balanza.
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El 10/02/2015 a las 21:31
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Cuando eres pequeña, la noche da miedo porque se esconden monstruos bajo la cama. Cuando te haces mayor, los monstruos son diferentes. Falta de confianza en uno mismo, soledad, arrepentimiento... Y aunque seas mayor y más sabio, te sigue dando miedo la noche. Dormir. Es lo más fácil de hacer. Solo cierras los ojos. Pero para muchos de nosotros, dormir parece estar fuera de nuestro alcance. Queremos hacerlo, pero no sabemos como conseguirlo. Pero una vez que nos enfrentamos a nuestros demonios, nos enfrentamos a nuestros miedos y nos entregamos a los demás para ayudar. La noche no da tanto miedo porque nos damos cuenta de que no estamos completamente solos en la oscuridad.
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El 10/02/2015 a las 21:28
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Sabes cuando debes irte y cuando no debes aceptar menos de lo que mereces. Si es así, ¡eres un hombre honorable!
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El 10/02/2015 a las 21:27
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¿Me has cambiado por el tequila? No te lo recomiendo: no llama, no escribe, y el despertar es horroroso.
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El 10/02/2015 a las 21:27
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Es duro aceptar el fin cuando quieres a alguien.
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El 10/02/2015 a las 21:26
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En la vida solo hay una cosa segura, aparte de la muerte y las dificultades. No importa lo mucho que lo intentes, no importa lo bueno que sean tus intenciones: vas a cometer errores, vas a hacer daño a la gente, van a hacerte daño y si quieres recuperarte... Sólo hay una cosa que puedes decir. Cuando alguien hace que nos equivoquemos, queremos tener razón. Sin el perdón nunca se ajustan las cuentas, las viejas heridas nunca se curan, y lo máximo que podemos esperar es que un día tengamos la suerte de poder olvidar.
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El 10/02/2015 a las 21:26
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La felicidad está en las cosas que no planeas, en las que no ves venir.
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El 10/02/2015 a las 21:26
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Cuando acaba el día, lo que todos deseamos es tener a alguien cerca. Guardar las distancias y fingir que no te preocupan los demás, no es más que una sarta de mentiras. Elegimos a las personas que queremos que estén cerca; y cuando las hemos elegido, nos quedamos junto a ellas. Aunque les hagamos daño. La gente que se queda contigo cuando el día llega a su fin, es la que merece la pena conservar. Aunque a veces cerca, es demasiado cerca. Sin embargo, a veces, la invasión de tu espacio personal es lo que necesitas.
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El 10/02/2015 a las 21:26
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En la vida llega un momento en el que te conviertes en adulto. Tienes edad para votar, para beber y para otras cosas de adultos. De pronto esperan que seas responsable. Sé adulto. Crecemos. Nos hacemos mayores. ¿Pero alguna vez somos adultos del todo? En ciertos aspectos crecemos. Creamos una familia. Nos casamos. Nos divorciamos. En general seguimos con los mismos problemas que cuando teníamos 15 años. Por mucho que crezcamos y nos hagamos mayores, seguimos tropezando. Siempre dudando. Eternamente jóvenes.
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El 10/02/2015 a las 21:25
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Yo creo que la parte más dura de mandar a la mierda el hábito es querer mandar a la mierda. A menudo, demasiado a menudo las cosa empiezan de cero como una parte normal de tu vida y de algún modo cruzan la linea de la obsesión, compulsión, perder el control. Es el colocón que arrastramos, el colocón hace que todo lo demás se apague lentamente. El caso es que la adicción nunca termina bien porque tarde o temprano lo que no haya tenido drogados deja de hacer sentir bien y empieza a doler. Pero dicen que no mandas a la mierda el hábito hasta que caes en lo más bajo. ¿Pero sabes cuando has caído? Porque no importa cuanto daño nos esté haciendo algo a veces dejarlo marchar nos duele mucho más.