“Envuelta en un ligero vestido carmesí, de sus hombros brotaban dos grandes alas azabaches. Sus ojos eran tan negros como la muerte y de ellos emergía algo siniestro.”
Miguel Costa
“Tempestades estremecen el cosmos nos envuelven y atrapan con su rencor. Nos encierran en lóbregas moradas oscuras y sombrías como la noche.”
Miguel Costa
“Ahora el viento mece suave las olas, la brisa peina tus cabellos nebulosos en esta exigua calma efímera donde tu amor sincero es eterno.”
Miguel Costa