Sara Iveth Díaz Duarte
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El 18/02/2018 a las 02:10
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La llave maestra del dominio de uno mismo, es el olvido de uno mismo.
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El 10/01/2018 a las 07:25
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Yo no escogí enamorarme de ti, pero la primera vez que te besé, nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble. Y la hora exacta de ese beso eran las 12.10 y quité la pila del reloj para que se quedase detenida la hora para siempre, parada. El minuto exacto en el que me besaste, está metido en un reloj, para siempre y ya nunca sé que hora es, pero me da igual… y desde entonces miro constantemente el reloj.
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El 10/01/2018 a las 07:25
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Yo no escogí enamorarme de ti, pero la primera vez que te besé, nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo y fue increíble. Y la hora exacta de ese beso eran las 12.10 y quité la pila del reloj para que se quedase detenida la hora para siempre, parada. El minuto exacto en el que me besaste, está metido en un reloj, para siempre y ya nunca sé que hora es, pero me da igual… y desde entonces miro constantemente el reloj.
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El 10/01/2018 a las 07:24
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Aquel tipo tenía un tic, pero le faltaba un tac: por eso no era un reloj.
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El 10/01/2018 a las 07:24
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Aquel tipo tenía un tic, pero le faltaba un tac: por eso no era un reloj.