Pelirroja.92

  • El 09/06/2018 a las 08:48 ha añadido a favoritos

    Pasamos toda nuestra vida preocupándonos por el futuro, planificando para el futuro, intentando predecir el futuro, como si calculándolo de alguna manera amortiguáramos el golpe. Pero el futuro está siempre cambiando. El futuro es el hogar de nuestros miedos más profundos y todas nuestras esperanzas. Pero una cosa es cierta, cuando por fin se revela, el futuro nunca es el camino que imaginamos.

  • El 09/06/2018 a las 08:44 ha añadido a favoritos

    Cuando eres pequeña, la noche da miedo porque se esconden monstruos bajo la cama. Cuando te haces mayor, los monstruos son diferentes. Falta de confianza en uno mismo, soledad, arrepentimiento... Y aunque seas mayor y más sabio, te sigue dando miedo la noche. Dormir. Es lo más fácil de hacer. Solo cierras los ojos. Pero para muchos de nosotros, dormir parece estar fuera de nuestro alcance. Queremos hacerlo, pero no sabemos como conseguirlo. Pero una vez que nos enfrentamos a nuestros demonios, nos enfrentamos a nuestros miedos y nos entregamos a los demás para ayudar. La noche no da tanto miedo porque nos damos cuenta de que no estamos completamente solos en la oscuridad.

  • El 09/06/2018 a las 08:42 ha añadido a favoritos

    El final de un viaje es siempre el principio de otro. El cambio es doloroso y siempre tiene un precio. Duele soportar ese precio pero no podemos permitir que eso nos domine. El mañana es un misterio y lo único que podemos hacer es afrontarlo con determinación. Seguimos adelante, siempre adelante, hacia lo que sigue. Tomamos una decisión, nos comportamos de acuerdo con ella y no hay más que vivir y esperar.

  • El 09/06/2018 a las 08:41 ha añadido a favoritos

    Tenemos cicatrices en los lugares más insospechados como si fueran mapas secretos de nuestra historia personal, vestigios de viejas heridas. Algunas heridas se cierran dejándonos sólo una cicatriz pero otras no. Algunas cicatrices las llevamos a todas partes y aunque la herida cierre el dolor persiste. ¿Cuáles son peores las nuevas heridas terriblemente dolorosas o las viejas que debieron cerrarse hace años pero no lo hicieron? Quizás las viejas heridas nos enseñan algo, nos recuerdan donde hemos estado y lo que hemos superado, nos enseñan que debemos evitar en el futuro o eso creemos aunque en realidad no es así, hay cosas que debemos aprender una y otra vez.